Durante sus 7 años en prisión Ortega se dedicó a escribir un estilo de poesía que refleja su lado más oscuro
Daniel Ortega fue apresado en noviembre de 1967, acusado del asalto a un banco. Pasó 7 años en prisión y es ahí, según muchos ex compañeros, que éste transforma su personalidad, convirtiéndose en un ser aislado, cruel, manipulador y con extraños trastornos de comportamiento.
Al parecer el encierro, humillaciones y constantes torturas a las que era sometido despertaron su lado más perverso.
«La verdad ya me había habituado, estando ahí un periodo tan prolongado, estábamos aislados. Era prohibido sentarse, nos cortaron el agua, entonces empezamos a tomar agua de los inodoros», dijo Ortega al programa Presidentes Latinoamericanos.
En otra entrevista Ortega relató que la Guardia los hacía comer basura, plumas de gallina y en una ocasión hicieron a uno de los reos comerse sus propios vómitos.
Así fue verdaderamente el paso de Daniel Ortega por la cárcel
Choques eléctricos y golpizas atormentaban constantemente a Ortega, de hecho, una cicatriz que es muy visible en su sien derecha es a causa de una patada que le propinó uno de sus torturadores.
Sergio Ramírez expresó en una entrevista a la revista Magazine, que Ortega padece el «Síndrome del prisionero», algo que fue de cierta forma confirmado por éste que relató a la revista Playboy que no soporta los lugares pequeños y encerrados, «Es como si los barrotes viajaran siempre conmigo», dijo en esa oportunidad.
El Biógrafo norteamericano Kenneth E. Morris, publicó un libro en 2010 titulado «Revolución inconclusa», en el que devela detalles insospechados de la vida del ahora Presidente de Nicaragua. En prisión según Morris, Ortega se convirtió en el asiduo lector que no fue en sus años de estudiante, pues era la única forma de «matar el tiempo». En los diarios leía poemas de Rosario Murillo y se le dio por ser poeta también.
Sus poemas los guardaba con recelo, pues temía que en ellos pudieran identificar sus miedos, fobias, desviaciones emocionales y también sus debilidades.
“Ortega terminó uniendo a la oposición”. Los primeros pasos para derrotar a la dictadura
En 2018 Zoilamérica Ortega Murillo, su hijastra, declaró a la cadena Voz de América que él «es una persona pequeña, que se empequeñeció en la cárcel». No sabemos a ciencia cierta qué quiso decir con esto, quizá hay mucho de esos años de tortura que aún no ha salido a luz. ¿Es probable encontrar pistas en sus poemas?
En 1986 el poeta Francisco de Asís Fernández, logró conseguir 4 de los poemas escritos por Ortega en prisión y los publicó junto a otros versos de revolucionarios en su Antología de Poesía Política Nicaragüense.
Logramos conseguir uno de esos escritos, debido a que se dice que esta colección fue mandada a desaparecer por Rosario Murillo. Este poema no solo es confuso, sino que usa un lenguaje y expresiones muy fuertes, que nos hacen imaginar que Ortega estaría retratando pequeños esbozos de su vida en la prisión, justo así se llama el poema. ¿Qué te parece?
En la prisión
Patéalo, así, así
en los güevos, en la cara
en las costillas.
Pasá el chuzo, la verga de toro,
hablá, hable hijueputa,
a ver, el agua con sal,
habláaaaaa, que no queremos joder,
Honorabilísimo y Reverendísimo
Arzobispo,
Excelentísimo e Ilustrísimo
embajador,
La paz, el respeto a la persona,
La abundancia, la democracia.
Apriétenle las esposas
metánlo en la chiquita,
te vas a comer tu propia
mierda cabrón,
-La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque le falta, porque le falta
una pata para andar.
La mierda y los orines,
chocho cuánta gente.
¡Cabo de celda!
que nadie hable con ese hombre,
que chuponee, que duerma en el suelo,
y si hace un mate, garroteélo
Las Galeras, Aushwitz, Buchenwald,
Nicaragua.
A continuación, hoy 4 de julio
El aguerrido (se despachó un montón de negros)
agregado militar (Blag flag los mata al vuelo…
y los remata en el suelo)
condecorará los heróicos y caballeros
soldados.
Soropeta, Juan pluma, el dormido,
Casa chica… te fuiste y me dejaste
en la prisión,
tan solo me juzgaste
como un ladrón
Toro Nuevo, el Burrito, el Zopilote,
el As Negro,
…¡ la Chupeta !
Llega la Chupeta,
la Caleta, a peso el polvo
este chavo es pura uva.
Si me das comida me culiás,
por tres cigarros la mamo.
La luna, los lirios, dios,
el poeta apocalíptico.
Por aquí pasó una pava,
tan chiquita y voladora,
en el pico lleva flores,
y en las alas sus amores.
Ayer me jalé un radio.
Sí, tengo diez años
de estar en el oficio,
soy de afuera, apurénse
tengo que ganar,
oiga a los chavalos
cómo lloran
no han comido,
mañana vienen
a cobrar la pieza,
acabe rápido,
vigile a esos hombres,
cuidado sacan un papelito,
ya saben,
ojo y oído,
-Ayer hubo vergueo,
en la montaña.
-Hablá más bajo,
la cosa está pegando.
Vinieron unas jañas
pijuditas a visita,
no conocimos a Managua
en minifalda.
Sea lo que sea que a Ortega le pasó en prisión y que aún no ha revelado, lo cierto es que lo marcó por el resto de su vida y hoy se convirtió en el torturador. Hoy, cientos de presos políticos son víctimas de los mismos atropellos que él un día recibió.
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