El nicaragüense Julio Cesar Morales, de 27 años, confesó a la policía de Miami, que mató el pasado 31 de diciembre a su expareja, la también nicaragüense, Esterling Samara Meza García, de 24, porque supuestamente no quiso pagarle una fuerte suma de dinero.
Morales esperó que Esterling Isamara Meza saliera de su apartamento, en el condominio 1075 de la calle 30 del noroeste de Miami, para atacarla a disparos, cuando esperaba un Uber, que la llevaría a una fiesta de Fin de Año, según reportan medios estadounidenses.
Él mismo fue quien llamó al 911 y confesó lo que había hecho.
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«Él nos llamó diciendo que le había disparado a su exnovia. A través de la investigación sabemos que tuvieron una relación de aproximadamente tres años, que estaban separados hace unos meses”, según declaró el portavoz de la policía de Miami. Mike Vega.
Morales, tenía antecedentes de violencia doméstica, según la policía de Miami, la que asegura que el nicaragüense había amenazado a suexpareja con matarla si se llegaba a tener relaciones con otro hombre.
“Han tenido casos de violencia doméstica en el pasado, pero el día 31 él llega a la casa de la víctima, tienen algún tipo de discusión y él le disparó a ella varias veces”, añadió el portavoz policial.
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El nicaragüense dijo que prestó a su excompañera sentimental 4 mil dólares y otros mil a un amigo de ella, quienes presuntamente se negaron a pagarle.
Morales, según el reporte policial, aseguró que luego de varios intentos por recuperar su dinero, el nuevo novio de su excompañera lo atacó con varios amigos, lo que lo obligó a comprar un arma en la calle, la que al parecer utilizó para cometer el crimen.
Triste despedida
La nicaragüense, quien era originaria del municipio de San Isidro, del departamento de Matagalpa, dejó en la orfandad a un niño de 8 y una niña de 5 años.
La niña, según reportó el diario La Prensa, llamó a su mamá antes de la media noche del 31 de diciembre, para desearle Feliz Año Nuevo y que se cuidara mucho, sin saber que sería la última vez que hablaría con su progenitora.
Supuestamente el asesino le quitó el teléfono a su exnovia para esta no hablara más con la familia.
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Niegan fianza
Morales compareció ante la corte acusado de homicidio en segundo grado. La jueza negó al acusado el derecho a fianza y deberá permanecer en la cárcel del condado.
Los familiares de la víctima están pidiendo ayuda para poder reunir los 5 mil dólares que cuesta la repatriación del cadáver.
Nicaragua Investiga
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