Levantarse en horas de la madrugada para abrir el grifo y ver caer unas gotas de agua sobre el fondo de un balde, ha significado mucha molestia y desvelo para pobladores de los municipios de Carazo porque desde hace unos 25 días no les llega el agua potable a sus hogares.
Una habitante de la Villa Esperanza, en Jinotepe, que prefirió el anonimato, comentó que desde que han estado haciendo el proyecto de las aguas negras, la población tiene que “adivinar” cuándo le llegará el agua y para eso hay que desvelarse a diario, y una de las situaciones más grave es que el poco líquido que recogía les llegaba sucio y eso les afectó la salud.
“En mi casa habitamos tres niños, dos adultos, iniciamos con cuadros de hinchazón abdominal, vomito el primer día y luego diarrea en los niños. Fuimos a pasar consulta y dijeron que era viral, por el clima, pero la doctora que nos atendió que es conocida mía, dijo que era por contaminación del agua, pero que el personal médico tenía prohibido decirlo, pues se les envió exámenes y sale infección intestinal, debido al consumo de agua contaminada”, se quejó la pobladora.
Muchos caraceños han tenido que recurrir a gastos extras comprando agua purificada y medicamentos, además los niños han faltado a clases por la falta de aseo, la ropa casi no se lava y hay problemas para cocinar.
¿Cuánto le cuesta a una familia nicaragüense lavar su ropa y asearse?
Un poblador de Jinotepe reconoció que están viviendo una crisis de agua absoluta, y que los más afectados son los niños y ancianos, que es una situación insostenible, sumado a las nubes de polvo que se origina por el mal estado de las calles de la ciudad, y que esto también ha traído afectaciones respiratorias, principalmente en los menores.
“Y no vemos que las autoridades de Enacal den la cara a la población y lo otro es que aquí nadie puede reclamar porque te puede acarrear serios problemas. En los barrios norte de la ciudad están metiendo los tubos para aguas negras, o sea primero hacen las calles y después meten los tubos, aquí todo es al revés, mientras la escasez de agua sigue imparable, ya vamos a cumplir un mes con esta situación”, expresó el poblador.
Diriamba no es la excepción, pues los pobladores deben de desvelarse para recoger un poco de agua y esto les perjudica porque tienen que ir a sus centros de trabajo bastante desvelados, cuando en muchas ocasiones ni siquiera pudieron recoger agua suficiente, y en los peores casos no les llega del todo.
En San Marcos, la tercera ciudad en importancia del departamento, la población también se queja de la falta de agua. «Ponen el agua un ratito, la quitan. Estoy desde oscuro (madrugada) peleando para poder llenar, es una lucha para tener los baldes llenos y lavar un poquito (de ropa). Ahorita hay pero es un chorrito, pero ya como a las 2:00 de la tarde la cortan», explica una pobladora del barrio Héroes y Mártires.
En Covisama algunos pobladores también expresaron que siempre para esta época del año tienen que sufrir los racionamientos de agua.
Esta situación de la escasez del agua potable ha sido un problema de años en esta zona de Carazo, por lo que la población exigen a las autoridades que les resuelvan lo más pronto posible para evitar un brote de enfermedades infectocontagiosa.
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