La Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), denunció este viernes más de 70 casos de nicaragüenses detenidos por la dictadura de Daniel Ortega que son catalogados como desaparición forzada.
Miembros de la Policía Nacional son los responsables de ejecutar estas detenciones.
«La Policía Nacional desató una cacería de ciudadanos en el marco de profundas reformas legales ordenadas por Daniel Ortega y Rosario Murillo, empezando por un cambio drástico a la Constitución Política de Nicaragua que consolida el totalitarismo», se lee en el informe.
Según UDJ, casi en el 100% de los casos la ubicación de los presos políticos es desconocida, y esto demuestra un nuevo patrón porque «en años previos, si bien las personas capturadas eran incomunicadas, la condición de desaparición no solía exceder los 90 días».
Malos tratos y condiciones infrahumanas
La UDJ reporta que solo en 34 casos de personas detenidas los familiares saben su paradero, constatando que los tratos y condiciones en que los mantienen se han agravado drásticamente desde la excarcelación y destierro de 135 presos políticos a Guatemala.
Los encargados de custodiar a los reos políticos han sido más hostiles y les aplican tortura psicológicas con frases como «ustedes no le importan a nadie, y ninguno va a salir libre aunque cumpla condena».
La dictadura de Ortega les somete a una alimentación inadecuada, les niega el acceso al agua potable y a la atención médica.
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«La falta de alimentación adecuada, de acceso a agua potable y suficiente y de atención médica adecuada sigue siendo una constante contra la población carcelaria por razones políticas. No obstante, a partir de septiembre, los custodios ocasionalmente también le han impedido la llegada de la mayoría de la medicación que les proveen sus familiares en las paqueterías», denuncia la organización.
Aumenta represalias contra familiares
También han documentado un aumento de represalias contra las familias de los presos políticos, contando con casos de familiares que han sido forzados a huir de Nicaragua.
«Hemos documentado también un aumento de represalias, tratos humillantes en prisión (como hacer sentadillas en desnudez) y vigilancia policial en contra de familiares de personas presas políticas y/o desaparecidas en los últimos meses. Algunos familiares se han visto forzados a huir del país. La angustia de los familiares también los desgasta de forma significativa física y emocionalmente», dijo la UDJ.