Mauro José Avilés Pérez, de 21 años, detenido por las autoridades de Jinotega por hacerse pasar como gerente de Banpro, para solicitar información bancaria de una mujer y así poder estafar 5,687.47 dólares, ideó un plan con otro joven para que su víctima cayera en la trampa.
El 3 de septiembre de 2024, a eso de las dos de la tarde, Mauro José Avilés Pérez y José Ramón Munguía Romero, llamaron vía WhatsApp a Ana Grace Aldana Romero, quien estaba en su casa en Jinotega cuando recibió la llamada desconocida.
Uno de los acusados se identificó como Carlos Solórzano, Gerente de Riesgo del Banco Banpro, refiriendo que le estaban notificando que se habían hecho diferentes transferencias de la cuenta bancaria en dólares de Aldana Romero. El joven le mencionó el número de cuenta y la víctima le dijo que verificaría porque no había hecho ninguna transacción.
Los acusados le indicaron que ingresara a un enlace creado que lleva como nombre “seguridad bancaria”, nombrado también como solicitud de cancelación de transferencia.
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La víctima ingresó al enlace y brindó todos su datos personales: nombre completo, correo electrónico, número de cédula. Después los presuntos estafadores le indicaron que reenviara los datos al mismo número que recibió la llamada.
Una vez concluido el plan, el supuesto Gerente de Riesgo le refirió que se presentara a la sucursal Banpro de Metrocentro, en Managua, y que lo buscara con el nombre Carlos Solórzano para que le realizara cambio de tarjeta y número de cuenta para protegerla.
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Una vez finalizada la llamada, en la acusación se lee que los jóvenes manipularon el sistema informático y accedieron a la banca digital móvil de Banpro, insertando los datos de la víctima, cambiaron la contraseña para evitar que la propietaria accediera y minutos más tarde se transfirieron 2,484.82 dólares a una cuenta en córdobas de Mauro José Avilés Pérez.
Más tarde, realizaron otra transferencia de 3,202.65 dólares a nombre de José Ramón Munguía Romero. Además, compraron planes de recargas de 430 y otra de 300 córdobas a dos números Tigo.
En la audiencia del 5 de noviembre de 2024, se llegó a una mediación y los estafadores le devolvieron el dinero a la víctima, quien los perdonó y con eso dieron concluido el proceso penal para que los jóvenes fueran liberados.