Una mujer de 73 años de edad, nacida en Nicaragua pero establecida en Estados Unidos, llegó en febrero pasado a España, al aeropuerto de Barajas «con la ilusión de una novia que va al altar», le contó al diario español La Voz de Galicia.
La mujer, quien se identificó como Sandy Somarriba, llevaba un año enviándose mensajes a través de WhatsApp y el chat de Google supuestamente con el cantante mexicano Luis Miguel.
El artista no llegó a recogerla al aeropuerto y se excusó diciendo que estaba muy enfermo, pero que en su lugar mandaba a su chofer, de apellido Sánchez.
La mujer también se quedó esperando al conductor, porque tampoco llegó, por lo que decidió prestar un teléfono, pero nadie le contestó.
«Ahí es cuando el mundo se me vino encima», le dijo Somarriba a La Voz de Galicia.
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«¿Quieres chatear conmigo»?
Somarriba trabajaba como intérprete para migrantes en temas legales y sanitarios en Estados Unidos, pero ahora está jubilada. Siempre le gustó el cantante Luis Miguel y su música.
Un día, en Facebook, le salió un mensaje con la foto del artista mexicano: «¿Quieres chatear conmigo?».
El falso Luis Miguel le pidió que comprara una «tarjeta» de fan», que nunca le llegó, pero que le costó 500 dólares, para que pudiera hablar con él en privado. Así empezó todo, cuenta Somarriba. Y terminó, en febrero pasado, en un hostal de Brunete, en la Comunidad de Madrid, donde pasaba los días sin dinero, esperando tomar un vuelo para Las Vegas, donde vive.
El impostor le escribía cosas que le «llegaban al corazón». Las charlas pasaron de una simple admiración, luego al erotismo y finalmente al matrimonio. El hombre hasta le enviaba fotos de su pene erecto.
“Una vez me dijo que el universo se había confabulado para que nos encontráramos”, recuerda la mujer.
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10 mil dólares
Ella comenzó a compartirle dinero por Western Union o en criptomonedas, a través de intermediarios.
«Suena un poco estúpido porque él es un cantante muy famoso. Pero pasa. Matt Damon se casó con una persona completamente desconocida», explica Somarriba, a la vez que se justifica diciendo que «todo el mundo tiene el deseo de que lo amen».
El falso Luis Miguel le decía que el banco lo tenía bloqueado, o le decía otras mentiras, como pagar impuestos en Aduana, y ella le mandaba envíos de 100 o 200 dólares. En 10 meses el timador le sustrajo cerca de 10 mil dólares en total a Somarriba.
“Tonterías he cometido a miles. La gente no puede comprender cómo caí en esto. Yo lo veía venir, pero no quería escuchar”, lamenta la mujer.
Es probable que los estafadores fueran varios, porque a veces le escribían solo en inglés.
En la calle
En febrero, Somarriba decidió ir a España, porque así se lo pidió el falso Luis Miguel, pues supuestamente tenía todo listo para que se casaran.
Tras la desilusión, Somarriba denunció al falso Luis Miguel ante las autoridades de España y un antiguo jefe le compró un billete de avión para que regresara a Las Vegas, donde se fue a vivir con una prima, pues ella quedó en la calle.
“Yo no tengo más dinero. Todo se lo di. Pero lo que más me duele es mi corazón destrozado, hecho trizas”, se queja Somarriba.
