En un movimiento que consolida aún más el control autoritario del régimen Ortega-Murillo, miles de paramilitares fueron juramentados en Masaya, una ciudad que fue epicentro de la resistencia contra la dictadura durante las protestas de 2018.
Francisco Díaz Madriz, consuegro de Ortega y director de la Policía Nacional, presidió la juramentación.
Paramilitares juramentados en Chinandega amenazan a opositores
A pesar de que los paramilitares han expresado abiertamente que su objetivo es intimidar a la oposición, Díaz Madriz afirmó que su propósito supuestamente es “proteger la paz” y los “logros” de la dictadura.
Durante la ceremonia, los paramilitares se cubrieron el rostro para evitar ser identificados por la ciudadanía, que los teme por sus acciones represivas.
El encubrimiento y la complicidad
La presencia de autoridades municipales, políticas, militares, y de la Juventud Sandinista en la juramentación, evidencia la complicidad del Estado y el Ejército en la formación y operación de estos grupos represivos. Por otro lado, en la juramentación hubo un discurso de la farsa de la “paz”.
Díaz Madriz intentó presentar a los paramilitares como una “policía voluntaria” comprometida con la paz y la seguridad.
Reportan 16 casos de gusano barrenador en humanos en Nicaragua
Sin embargo, sus acciones violentas y represivas desmienten este discurso y revelan la verdadera naturaleza de estos grupos: instrumentos de control y represión al servicio de la dictadura Ortega-Murillo.
“En cada policía voluntario hay una familia comprometida con la paz y la seguridad, con nuestra revolución, con sus triunfos y logros. Las familias que con orgullo respaldan el noble empeño de ustedes de garantizar la paz”, dijo Díaz Madriz.