La noche del 2 de junio, el dictador Daniel Ortega exhibió en un acto oficial su hipocresía respecto a la persecución de su régimen en Nicaragua. Hizo un llamado a los nicaragüenses a que regresen a su país, mientras persigue, vigila, castiga y encarcela a opositores.
Criticó la “brutal” persecución de migrantes por parte de Estados Unidos, comparándola con tácticas nazis, mientras su propia dictadura utiliza policías civiles y paramilitares para reprimir a periodistas y opositores en lo interno del país.
Así fue ignorada Rosario Murillo como “jefa suprema del Ejército” en acto oficial
“Aprueban la expulsión de los Estados Unidos, un poco más de 500 mil ciudadanos venezolano, cubanos, haitianos, nicaragüenses, salvadoreños. La pobre gente anda ahí, huyendo, perseguida. Es algo terrible”, inició diciendo el dictador, mientras un buen grupo de ciudadanos se encuentran bajo vigilancia por parte de la policía.
“Es como las persecuciones que hacían los nazis cómo cazar a los israelitas en los diferentes países europeos que tenían ocupados. Los andaban buscando por todos lados. Gente civil, gente trabajadora, y donde descubrían que había una familia, entraban con toda la violencia y lo sacaban a culatazos y los llevaban a los campos de concentración. Y eso está pasando en los Estados Unidos, con una persecución brutal, inhumana, que no tiene nada de democrática, ni de cristiana, sino un comportamiento facista”, añadió.
El doble rasero del Ortega
La doble moral de Ortega es evidente, critica a Estados Unidos mientras emplea tácticas represivas contra opositores políticos sin delito alguno. La policía intimida a periodistas y disidentes en sus hogares, utilizando terrorismo psicológico.
En Nicaragua, numerosos ciudadanos, incluyendo periodistas, sufren vigilancia y hostigamiento. Deben informar su rutina diaria y enviar fotos a un número de WhatsApp.
Daniel Ortega advierte a embajadores que opinen sobre su gestión: ¡Fuera!
Otros están bajo arresto domiciliario, como el ex comandante sandinista Henry Ruiz. Algunos, como la periodista Fabiola Tercero Castro, están desaparecidos forzosamente.
Cuando identifican a un opositor, agentes civiles irrumpen en sus casas y, como admite Ortega, usan violencia para obligarlos a reportarse, tal como ilustra un caso reciente Victor Boitano, secuestrado por agentes de civil en horas de la tarde.
¿Invitó a los nicaragüenses a retornar al país?
“Hoy quiero expresar nuestra solidaridad con todos esos hermanos perseguidos, y en particular con los nicaragüenses, que tienen siempre las puertas abiertas de Nicaragua. Ya han estado ingresando en vuelos y aquí se les atienden muy bien de parte de migración. Les decimos: hermanos, no se les ocurra intentar regresar de nuevo porque ese es un terror que hay”, dijo Ortega.
Pero en realidad, Ortega no le da entrada al país a todos, algunos son rechazados. Incluso, muchos no pueden regresar porque su régimen podría apresarlos, vigilarlos, hostigarlos y hasta interrogarlos violentamente sobre sus posiciones políticas.
Nicaragua Investiga
