La falta de credibilidad del sistema de salud público en Nicaragua por la poca calidad y el secretismo estatal con el manejo del nuevo coronavirus, ha obligado a muchos ciudadanos a atenderse en un hospital privado con la esperanza de tener mayores probabilidades de sobrevivencia.
Sin embargo, acceder a una consulta o ser hospitalizado en un hospital privado se convierte en otro drama, por los altos costos que tienen estos servicios en uno de los países más pobres de Latinoamérica.
Claudia López Urbina llegó al Hospital Bautista de Managua con un familiar que sufrió una complicación respiratoria aguda. El primer día llevaba consigo $400 para que atendieran al paciente.
Ella jamás pensó que al final iba a terminar pagando 7, 219.43 dólares por ocho días de hospitalización.
De duelo y endeudada
El primer cobro fue una consulta de $60. Recuerda que los $400 se los prestó su cuñado: “yo me los llevo en un suspiro”, cuenta. Después su familiar debe quedar internado porque le diagnosticaron una complicación en un pulmón.
Ese mismo día, al ver que la salud del paciente iba desmejorando, Claudia le dice a su esposo que vaya donde una persona de confianza para hipotecar el taxi, lo único que le generaba ingresos para su hogar.
“El taxi que andaba es el mismo que yo mando a hipotecar por $2,000”, dice. Esa misma cantidad de dinero inmediatamente pasó al depósito en el Hospital Bautista porque el paciente ya estaba internado.
“No tenía el capital, ni lo tengo, sino que inmediatamente mi esposo se bajó del vehículo taxi que cadeteábamos, el que nos sustentaba y lo fue a hipotecar”, lamentó López. Y recuerda que esa suma por la cual empeñó su vehículo solamente le duró dos días.
López hizo otro préstamo de $2,000 a un familiar radicado en los Estados Unidos y los volvió a depositar en el hospital porque las atenciones, las medicinas y los cobros no cesaban. Además la cuenta era más alta cada día.
Agrega que pagó una medicina que le costó $850 para bajarle la creatinina al paciente porque comenzó a presentar problemas en los riñones. Por consiguiente, recibe una llamada del hospital notificándole que al paciente le harán una hemodiálisis y el costo era de $2,300 para un total de $9,015.20 pero este último cobro no lo pagó debido que, el paciente falleció antes que se le efectuara el procedimiento.
¿Cómo ha hecho para sobrevivir Claudia López?
Claudia López reconoce que fue una decisión precipitada la que tomó en ese momento, embargada por el miedo de perder a su ser querido.
Cuenta que el paciente tenía que fabricarle una caja especial por el sobrepeso, lo cual le costó al menos C$18,000 con todos los servicios funerarios. La venta del lote fue de 3, 080,00 córdobas.
“Aparte de los $8,000 que yo he gastado todavía debo los $2,000 más los intereses del mes de mayo, junio y julio”, detalló López, y agrega que el préstamo se le cobra al 10%.
Como consecuencia de su situación financiera, López retiró de los estudios universitarios a su hijo de 17 años por quedar sin vehículo y el declive económico que ha venido sufriendo.
A raíz de estas deudas le han suspendieron los servicios de Internet y cable. Ahora su esposo trabaja como cadete en un taxi de un sobrino de López, pero alega que la situación económica familiar no es la misma.
Como ya lleva varios meses sin poder pagar el primer préstamo, tiene planes de pagar los intereses y el capital vendiendo el vehículo que dejó como garantía.
Por cinco horas factura de $900
El periodista y director de Artículo 66 estuvo internado por síntomas relacionados al COVID19 en dos hospitales capitalinos. El primero fue el Vivian Pellas, donde solo estuvo poco tiempo porque no tenían camas disponibles para hospitalizarlo.
«Yo estuve ahí cuatro o cinco horas y eso me costó 900 dólares que en un sistema, o nivel de vida como el nicaragüense eso es altísimo», expresó Navarro al medio estadounidense la Voz de América.
“Por suerte a mí me ayudaron a pagarlo mis colegas que hicieron una colecta, pero con ese precio, en ese hospital, que es el hospital más caro del país, no habían camas y ni respirador artificial”, acotó el periodista.
Navarro fue traslado al Hospital privado Monte España donde se encontraba asegurado. Este centro hospitalario ya se encontraba en una situación dramática porque «únicamente estaban hospitalizando a los pacientes más graves”, también por falta de espacio, informó el comunicador.
Impuestos a insumos médicos trasladados a pacientes
Los altos costos hospitalarios derivan en parte, de la ambición recaudatoria del gobierno de Daniel Ortega quien gravó de impuestos las mascarillas quirúrgicas, los oxímetros, y los respiradores artificiales.
Esto representa una doble amenaza para la población que requiera el uso de estos equipos.
Y si bien Ortega ha empeorado la situación, los hospitales privados y el sector empresarial tampoco se han referido al tema de la salud privada ni han ofrecido un precio especial en el marco de la pandemia, sino que los precios son exorbitantes e impagables para la mayoría de nicaragüenses.
Hasta la entrega de este artículo Nicaragua Investiga solicitó una entrevista al Hospital Vivian Pellas y al Hospital Bautista Managua, pero ambos centros hospitalarios no respondieron nuestra solicitud.
Foto principal: Galería/ Nicaragua Investiga
Marco Aurelio
julio 13, 2020 at 4:25 am
Muy buen artículo. Aborda un tema de importancia mayúscula que no ha tenido cobertura. En medio de esta horrible pandemia, los hospitales privados están entre los negocios que más se han beneficiado. La demanda es brutal y todos tienen 100% de ocupación de camas y habitaciones. No han hecho ni el mínimo esfuerzo por hacer los pagos de sus clientes menos sangrantes. Y hasta se han beneficiado del secretismo del gobierno porque no hay fiscalización de negligencias médicas ni del personal médico que contratan. De hecho muchos están subcontratando a médicos recién graduados con nula experiencia y con contratos temporales.
MARIA
julio 13, 2020 at 8:18 am
Es un asunto del que no se habla: del negocio de los hospitales privados con la pandemia. Muy bien por el abordaje de este tema. Es discriminatorio, pero es la realidad, el que paga tiene atención, el que no tiene recursos y quiere atención le puede ocurrir lo que a la señora del artículo y lo peor que al final el familiar falleció. Es realmente espantoso que la población promedio tenga que pagar esas sumas de dinero en un país como el nuestro. Quien regula a estos hospitales?