Las redes sociales se convirtieron en una herramienta de organización y movilización para los nicaragüenses durante las protestas de 2018. Desde entonces estas han tomado un papel predominante para reflejar la situación sociopolítica del país.
Convocatorias de marchas, difusión de videos evidenciando actos de violencia, circulación de fotografías de jóvenes que fueron detenidos arbitrariamente, creación de nuevos colectivos, organizaciones para recolectar víveres, fueron algunas de las acciones que se llevaron a cabo desde las redes sociales durante el estallido de la crisis.
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La activista Madelaine Caracas fue una de las jóvenes que estuvo al frente de las convocatorias a las primeras protestas por el incendio de la Reserva Indio Maíz a través de las redes sociales. Caracas considera que a partir de abril de 2018 se encontró en estas plataformas un nuevo espacio para la crítica y reflexión donde «podes encontrar personas que sean pares en cuánto a niveles ideológicos o a niveles de sentires sociales que te hacen actuar y moverte».
«Las plataformas digitales han sido el espacio en las cuales la población en general, y específicamente las juventudes entre 18 a 35 años, hemos encontrado un espacio de convergencia y de diálogo, y hemos encontrado un espacio de quiebre generacional que de alguna u otra manera nos separaba» dice Caracas.
El estudio ¿cómo se informan y participan los jóvenes? de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) señala que las herramientas de comunicación digital, en especial las redes sociales, están siendo utilizadas para diversas tareas, entre las cuales se encuentra la promoción de causas sociales. Y destaca que actualmente estas son utilizadas por los jóvenes como mecanismos alternos de participación.
Para la comunicadora Gabriela Castro las redes antes eran «más sociales, más del día a día, pero de repente se tornó en algo político» y continua así hasta la fecha, y destaca que fue gracias a las redes sociales que la población nicaragüense pudo mostrar al mundo la crisis sociopolítica interna. Ante todo destaca la participación llevada a cabo a través de la red social Twitter, donde para la experta en comunicaciones, se ve un mayor uso con fines políticos.
Nuevas fuentes de información
La importancia de las redes sociales se acentuó durante la fuerte persecución llevada a cabo por el gobierno de Nicaragua para censurar a los medios de comunicación independientes. Las redes se convirtieron en las protagonistas para evidenciar cada una de las violaciones en medio de la censura que se estaba imponiendo.
El Informe de 2018 del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) destacó que las redes sociales fueron claves en «mantener a la población informada de los sucesos en Nicaragua, en permitir la participación de la ciudadanía en el discurso público y en la comunicación hacia el exterior de lo acontecido».
Para Caracas definitivamente existe un cambio rotundo en la forma en que las personas acceden a la información, «más allá de los medios, han sido personas o figuras quienes han tenido una gran prominencia en redes sociales, quienes también han jugado parte en ese discernimiento de la información, en ese papel de editor de la información».
Sin embargo, así como aumenta el acceso a la información también lo hacen las fake news -o noticias falsas-. El sociólogo Cirilo Otero destaca que, aunque las redes sociales tienen una capacidad enorme de «juntar voluntades y de acercar gente», estas también han estado siendo utilizadas desde hace mucho tiempo «para desvirtuar realidades, para mentir, para enviar mensajes confusos».
Oposición vs. oficialismo
Tras la prohibición de las manifestaciones cívicas por parte del gobierno de Nicaragua, las redes sociales se han convertido en las nuevas trincheras de resistencia para los opositores. Pero estas también han sido ocupadas por simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Por lo que existe una constante lucha sobre el dominio de estos espacios.
Caracas considera que, así como se organiza la población, así mismo desde 2018 el gobierno se ha encargado también de «crear ruido y de crear cuentas que se entrometan dentro de las mismas narrativas, y que también quieran quebrar y diluir la información que se está haciendo». Por lo que espera que se sigan llevando a cabo acciones para contrarrestar cualquier nueva ola de protestas.
Castro recuerda que muchas personas cambiaron sus avatares y nombres de usuarios durante 2018 debido a la constante amenaza de bots de tendencia oficialista, y ahora, ante la nueva iniciativa de ley de ciberdelitos, considera probable que muchas cuentas vuelvan a ser colocadas en privado y se inicien a tomar diversas medidas de precaución.
Control de las redes sociales
Ante la ola de protestas digitales que se identifican en el país desde 2018, las autoridades gubernamentales han llevado a cabo una iniciativa de Ley de Ciberdelitos, la cual abarca medidas restrictivas en cuanto a los contenidos de publicación, no solo para los medios de comunicación digitales, sino también para los usuarios de redes sociales. Estas incluso se extienden a la comunidad nicaragüense que reside en el extranjero, pues abarca la posibilidad de extradición.
Sin embargo, Caracas recuerda que la importancia de las plataformas digitales en 2018 devino de lo que antecedió meses atrás cuando se intentó regular el uso de las redes sociales a finales de 2017 por orientaciones de la vicepresidenta Rosario Murillo.
«Tomar conciencia de las redes como un espacio para reunirse y demás fue importante a partir de ese momento» asegura. La activista recuerda que desde 2015 el gobierno ya «ha entendido el impacto que tienen las redes sociales y el acceso a la información que esto significa, porque de alguna u otra manera el internet a su vez democratiza la información que se comparte», pero es a partir de 2017 que «vemos ese vestigio de lo que quisieron intentar hacer con las redes sociales» ante la observación de algunas críticas que dejaban al desnudo el discurso o la actuación del gobierno.
Y destaca que esta nueva Ley de Ciberdelitos sería un «avance más sofisticado de lo que quisieron hacer en 2017 para desmovilizar y acabar con la libertad de expresión en si misma».
Ciberactivismo
El ciberactivismo es la acción y participación social a través de las diferentes plataformas digitales. En Nicaragua, las imágenes de ancianos golpeados en León, el ingreso de paramilitares a la UCA y jóvenes de la UNAN siendo obligados a participar en marchas o agresiones contra ciudadanos, que se viralizaron en redes sociales, fueron clave para permitir la rápida extensión de las protestas a distintos departamentos del país.
«Se decía que el activismo de computadora no podía hacer ningún cambio y en 2018 el actuar de esta generación y el uso de las redes sociales como herramienta vino a darle la vuelta a eso» destacó Caracas, mientras aprovechó para señalar que «la movilización y el actuar van de la mano con la parte digital, no están alejadas sino que juntas pueden ser útiles para generar cambios, transformar narrativas impuestas por el gobierno, y también ser una búsqueda de la verdad».
A su opinión, las redes continuarán siendo muy fuertes «y hasta cierto punto por ahí se vuelca todo ese actuar que no se puede hacer en las calles».
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