Este miércoles 12 de mayo, se conoció el fallecimiento de Néstor Armando Sotelo, padre de tres hijos y víctima de la represión policial de 2018, quien se encontraba luchando en una cama en estado cuadripléjico, luego que el 21 de abril al salir de su trabajo, recibiera un disparo en uno de sus glúteos que le propinó supuestamente un paramilitar.
En entrevista a Nicaragua Investiga, el doctor Alejandro Lagos dijo que la condición de salud de Néstor era irrecuperable. «Él estaba en un estado vegetativo, lo que nosotros hicimos fue humanamente solidario de que no se muriera, pero nosotros sabíamos que su estado era irreversible» explicó.
«Falleció a las 7:55 (mañana). Tres años de sufrimiento en estado vegetativo con una traqueostomía, con una gastrostomía por donde comía él, con una sonda que le pusieron a través de la panza que iba hasta el estómago» explicó el doctor Lagos.
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Según familiares y amigos de Néstor, su caso fue uno más que ha quedado en la impunidad desde que el gobierno de Daniel Ortega diera la orden de reprimir a los manifestantes que salieron a las calles para denunciar la reforma al INSS.
«Esto es lo más triste que sucedió hoy, murió Néstor, víctima de abril, su cuerpo devastado, sus ojos fijos. Una vida perdida como muchas en este país guegüense» compartió la escritora Gioconda Belli en sus redes sociales.
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Según la abogada Martha Patricia, la esposa de Néstor, desde el 21 de abril de 2018 lo buscó hasta encontrarlo cinco días después en estado de coma en el hospital, con golpes por todo su cuerpo y con marcas de esposas (chachas) en sus manos.
Néstor deja en la orfandad a dos hijos entre los 17 y 18 años, y una niña de 7 años, quienes pueden quedar a cargo de la abuela (mamá de Sotelo), así lo confirmó a Nicaragua Investiga el doctor Alejandro Lagos.
Nicaragua Investiga
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