Cualesquiera que sean las razones, millones de personas deciden migrar de sus países natales anualmente para asegurarse una mejor calidad de vida. En el caso de Nicaragua, el número de migrantes ha aumentado significativamente desde el estallido de la crisis sociopolítica en abril de 2018; sin embargo, la desesperación y necesidad por salir del país puede llevarlos a enfrentar una peligrosa travesía.
Deportación de nicaragüenses desde Estados Unidos continúa vigente
En ocasiones anteriores, las autoridades fronterizas de Estados Unidos han alertado a los inmigrantes que deciden cruzar la frontera para estas fechas de los riesgos fatales que corren debido a las bajas temperaturas durante el fin del año.
Vocerías de las autoridades fronterizas han advertido que existen posibilidades de morir en el desierto a causa de una hipotermia pues “las temperaturas pueden caer por debajo de cero”.
Además, aun con el intenso frío es posible la deshidratación pues “los inmigrantes cruzan con varias capas de ropa, el terreno es difícil y creen que una persona necesita menos agua durante la temporada de invierno”.
Rommel López, licenciado en leyes migratorias, destaca que el problema de la migración es complejo. “La suerte de uno no es la suerte de todos. Desafortunadamente nos exponemos a muchos peligros cuando venimos ilegales que no solo son en temporada altas o bajas”.
Sin embargo, reconoce que la temporada de frío trae más riesgos “pues las temperaturas son muy bajas por la noche y muy altas por el día. La frontera de México con Estados Unidos es una zona de desierto y la mayoría de los inmigrantes no vienen preparados para protegerse del clima”.
Migrantes expuestos
Pero el clima no es el único peligro que enfrentan los migrantes, también están los casos de “secuestros, asesinatos, robo, venta de órganos, y no solamente en la frontera sur de Estados Unidos, sino también en la trayectoria que enfrenta el inmigrante al decidir venirse desde su patria” detalla López.
En los últimos meses han aumentado los reportes de nicaragüenses que han sido secuestrados por carteles mexicanos durante su travesía hacia los Estados Unidos. Sus familiares son extorsionados con considerables sumas de dinero para que sus parientes puedan ser liberados con vida.
Al respecto, el especialista en derecho migratorio señala que “los riesgos siempre han estado y la diferencia es que tal vez ahora ponemos más atención puesto que Nicaragua es foco de la nueva ola migratoria”.
A pesar de los riesgos, muchos migrantes continúan adentrándose en los peligrosos terrenos ocultos, empujados por las diversas necesidades y carencias que predominan en sus lugares de origen. Riesgos no solo se limitan a la trayectoria, sino que posteriormente continúan ante las probabilidades de que las autoridades no acepten sus casos y terminen siendo deportados.
López recuerda que aunque “hay un mayor flujo migratorio para la época navideña por personas que van a México a ver a sus familiares, la frontera siempre tiene agentes extras para seguir sus funciones normales”.
“Cientos de inmigrantes pierden su vida al tomar esa decisión. Sabemos que las condiciones políticas y económicas en Nicaragua no están bien pero mi recomendación es siempre venir de la manera legal a través de una visa, aplicación a la lotería de visas o bajo una visa de trabajo” agrega.
Sobre la aplicación a estas alternativas existe amplia información en los sitios oficiales del gobierno de Estados Unidos, en los cuales se detallan formas para solicitar asilo y refugio, la inscripción en la lotería de visas, o bien como solicitarla a través de un familiar o por un empleo.
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