El sumo pontífice de la iglesia católica, papa Francisco, confirmó nuevamente la misión pastoral de monseñor Silvio José Báez como obispo auxiliar de Managua y miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
En declaraciones a la revista Impacto 540 de Radio Corporación, el obispo reveló que la noticia fue dada una noche cuando viajó desde Estados Unidos hacia Roma para visitar al papa. Al reencontrarse ambos en la residencia de Santa Marta, adyacente a la basílica de San Pedro, el papa reiteró el compromiso de Báez con el pueblo nicaragüenses desde su exilio en Estados Unidos.
«El día que hablé con el santo padre en Roma, el papa Francisco, me confirmó este ministerio como obispo auxiliar de Managua con los nicaragüenses del exilio, aquí en la Florida», dijo Báez al periodista de la radio.
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El encuentro entre ambos religiosos se dio durante la última semana del pasado mes, en el que aprovecharon para platicar sobre la «situación» de Nicaragua y sobre su misión pastoral.
«Le agradecí que me confirmó como obispo auxiliar de Managua y como miembro pleno de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, lo cual me llena de mucho orgullo y de gran alegría saber que estoy siempre en comunión con mis hermanos obispos de Nicaragua», agregó.
Asimismo el obispo aprovechó para describir la «dolorosa» decisión de exiliarse desde 2019 en la Parroquia Santa Ágata en Miami, desde donde ha sentido la cercanía de «cientos» de nicaragüenses que salen del país debido a la «persecución» política y llegan en busca de «consuelo» y ayuda.
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El obispo relató la «difícil situación» del exilio de quienes han llegado «llorando» hasta su parroquia, misma que se ha convertido en un «santuario de peregrinación» de exiliados nicaragüenses.
«Son cientos de personas que llegan cada semana, y la parroquia Santa Ágata se ha vuelto como un santuario de peregrinación de nicaragüenses que llegan llorando, que llegan a veces -literalmente- con la ropa despedazada y con lágrimas en sus ojos», aseguró el religioso.
«Los domingos nos dedicamos a consolar, a abrazar, a bendecir, a rezar con ellos. Aunque no estoy físicamente en Nicaragua, pero si estoy con los nicaragüenses», puntualizó Báez.
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Desde su exilio, el religioso hizo un llamado a la población a no permitir que la «fuerza del miedo» los detenga, e invitó a que dicho temor «se convierta en fuerza de caridad».
Asimismo, recordó a los más de 160 reos de conciencia del régimen sandinistas que han sido encerrados en las mazmorras de Nicaragua, y por quienes ofrecerá sus oraciones en estas fiestas de navidad.
«Tendré presente a quienes más sufren, a los presos políticos, y hay que decirlo claramente -como se lo dije al papa- es injusto lo que se está haciendo con estos hermanos y hermanas nuestras, con los pobres que no tienen trabajo, los enfermos que están padeciendo», concluyó el obispo auxiliar de Managua.
Nicaragua Investiga
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