Anayansi Mejía, originaria de Acoyapa, Chontales, decidió viajar a Panamá para buscar una mejor estabilidad económica y ayudar a su familia. Vivió tres años en ese país, pero con la llegada de la pandemia del coronavirus y las cuarentenas, los negocios se vieron obligados a cerrar y todo se volvió un calvario para la joven y sus padres: quedó al sol y al viento.
La joven chontaleña de 25 años, había alertado a su papá, Denis Mejía, que la situación estaba empeorando en Panamá y que estaba a punto de quedarse sin trabajo. En las últimas ocasiones que se comunicaron por teléfono, le dijo: “tiene 20 mil dólares usted ¿se los envío?”, le preguntó y el hombre le respondió: “vos decís que están cerrando los negocios, mejor venite y aquí estás bien con tu padre y tu madre”.
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Durante los tres años que estuvo viviendo la joven en Panamá, la comunicación era constante y fluida. Llamaba hasta tres veces al día, pero a lo largo de aquella alerta comenzó a disminuir y solo llamada una vez cada cuatro o cinco días. Su padre presentía que algo no estaba bien.
“Perdimos comunicación cuatro meses atrás. Después perdimos información del todo”, relata su padre, quien desesperadamente comenzó publicar fotos de su hija en Facebook para tener la suerte de que alguien la reconociera y diera con su paradero. “Pensaba que algo le había pasado”, comenta.
Deambulaba por las calles de Panamá
Anayansi Mejía tenía varios meses de deambular por las calles de Panamá. Era casi irreconocible y aquel sol inclemente se comió el color de la piel de aquella joven guapa y elegante que todos conocían. Ya no era la misma imagen que conservaba en su memoria Denis Mejía, quien no sabía que su hija caminaba sin rumbo y desorientada.
Gracias a las fotos que publicó su padre, se volvieron viral en las redes sociales y unas personas dieron con el paradero de su hija. Una muchacha que era allegada a la joven, informó que Anayansi andaba en la calle, pero ella no podía hacer mucho porque no conocía la ciudad.
“Nosotros rogábamos para que la buscara”, cuenta el hombre que le suplicaba a esa muchacha. Agrega que la última información que obtuvo es que su hija había sido vista en la calle desorientada. “Yo quería saber dónde estaba y fue cuando hicimos el viaje”, nos cuenta.
Un viaje inesperado para el rescate
Varias personas identificaron a la joven y le mandaron fotos a su padre. El hombre solicitó el pasaporte inmediatamente. “Tenía una desesperación, el tiempo estaba avanzando. Entonces, decidí buscar ayuda en Migración en Nicaragua y me dijeron que no podían de ninguna manera”.
“Yo quería un pasaporte rapidito porque iba con mi hijo Denis Antonio”, recuerda y comenta que luego llegaron a unas oficinas de la embajada de Panamá, en el puesto fronterizo con Costa Rica. En ese lugar le ofrecieron ayuda, pero solicitaron a Migración y Extranjería en Nicaragua si mandaban un pasaporte con rapidez para registrar la salida y entrar a territorio panameño, cuyo trámite no fue posible.
Denis Mejía cuenta que tuvo comunicación constante con una nicaragüense, originaria de Chichigalpa, que se encuentra en Panamá. Ella la buscaba, la encontraba y le llevaba comida; mantenía al tanto a la familia a cada momento. “No perdimos el contacto con ella, nos mandaba video y así logramos encontrarla”, afirma y dice que le agradece mucho a esta persona.
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El padre de la joven no pensó que iba a encontrar con vida a Anayansi en Panamá. “Mi hija era una muñeca, una muchacha muy linda. La encontré desbaratada, su cara destrozada del sol, con coágulos de sangre en la planta de los pies”, detalló.
“Mi familia está contenta porque ya está aquí. Lo más difícil era encontrarla y pensaba que era difícil encontrarla con vida en el estado que la miraba. Una persona así camina sin rumbo, pero ella le hacía caso a la señora de Chichigalpa”, dice ahora su padre, pero hace una petición.
Piden ayuda
La joven logró a cuentagotas reconocer a su hermano, con quien se ha llevado bien todo el tiempo. “Gracias a Dios regresamos y aquí estamos en Nicaragua, pensando dónde la vamos a llevar y que tratamiento puede ser mejor. Entre ratos nos conoce y entre ratos pierde el conocimiento”.
El señor ahora está solicitando ayuda para buscar un centro de rehabilitación, ya que desconoce mucha información y pide asesoría. Dice que aún desconoce las causas que llevaron a la joven en ese estado. El hombre se encuentra en El Tule, Chontales, en una finca que tiene el hijo con el que viajó. Explica que tiene pensado viajar a Acoyapa y luego hacia Managua para buscar un centro donde le puedan ayudar.
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Estudió Derecho
Anayansi estudió Derecho en la Universidad Internacional de América Latina (UNIVAL), en Juigalpa, Chontales. Betsy Máryuri Obando, quien fue compañera de la muchacha, explicó que ella fue una de las más joven que estaba estudiando dicha carrera en ese momento. También la recuerda como una persona popular cuando llegaba a clases y que platicaba con otras personas de diferentes carreras.
“Ella nunca dejaba de ir a clases. Causalmente me tocó con ella defender la monografía en la universidad”. Ambas se pusieron de acuerdo como en agosto de 2018 para realizar el trabajo en Juigalpa y en Acoyapa.
“Yo nunca supe que ella estaba en Panamá. Perdí comunicación con ella y pensaba que siempre estaba en Acoyapa. Yo me sorprendí al verla en ese estado. Ella caminaba siempre bien vestida, ha sido bien vanidosa. Siempre iba a clases bien vestida, bien aseada, bien ordenada”, comparte.
Su padre dice que ha tratado de hablar con ella para saber qué le pasó y responde: “Un día, un día… Y quien no se va a poner así si esa se me robó todo, se me robaron todo cómo no voy andar así, ni sé lo que hago”.
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