Los jóvenes estudiantes de las universidades que recientemente Daniel Ortega le aniquiló la personalidad jurídica, están atravesando momentos difíciles que podrían terminar en decisiones como detener sus estudios o migrar a otra universidad, ya que no se sienten “cómodos” con el Consejo Nacional de Universidades (CNU), al considerar que el régimen les arrebató su autonomía de un solo tajo.
Los estudiantes de la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI) y de la Universidad Paulo Freire (UPF), comentan que dentro de la comunidad estudiantil reina la “incertidumbre” y la “zozobra”. También temen que la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN) con el CNU, brazos opresores del régimen, comience con vigilancia política contra los universitarios que piensan diferente al caudillo sandinista.
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“No tengo en mente integrarme después de esto, me niego a estar bajo un régimen que no me hace sentir cómoda. Yo no lo acepto”, expresó una universitaria de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Paulo Freire.
“No me siento cómoda con esto, porque yo no me inscribí en la UNAM-Managua. ¿Qué va a pasar con mi título? ¿Mi título va a ser emitido por la UNAN-Managua o siempre va a ser la Universidad Paulo Freire? Esa es mi incertidumbre”, cuestionó la joven que nos pidió guardar su identidad.
Sintió que había perdido todo
María José, estudiante de 19 años activa en la parte privada de la UPOLI, dice que recibió la noticia de la cancelación de la personalidad jurídica de manera “impactante” y al mismo tiempo le generó incertidumbre, puesto que no sabía que le esperaba a la universidad y qué pasaría con todos los estudiantes activos.
La joven comenta que llegó a pensar que “había perdido todo el dinero invertido” y tuvo la idea de trasladarse a otra universidad, puesto que la dirección académica por ahora no está brindando respuesta.
“Venís con muchas suposiciones de distintos compañeros que podrían cerrar la universidad y que existieran muchos despidos”, relata la joven como una las incertidumbres que se mueve entre los estudiantes. Pero también les preocupan la “posibilidad de ser tomada por el gobierno lo cual no tardó en ser confirmado”.
Ella comparte que ante el control que asume el CNU hacia la UPOLI, le asalta la duda de cómo será la nueva administración y funcionamiento de la universidad. “Pienso en el costo si se mantendría o habrá alza, o en el mejor de los casos una reducción. Espero que todo sea mejor para que no nos afecte a todos los estudiantes, y que el gobierno no cambie por completo la entidad”, reclama.
Acorralados por UNEN
Un estudiante de cuarto año de la carrera de Diseño Integral de Comunicaciones que cursa en la UPOLI, manifestó que gran parte de sus compañeros están pasando por momentos de mucha zozobra. Dice que dentro del recinto reina el secretismo y las autoridades no quieren hablar con los estudiantes para indicarles las medidas que piensan adoptar.
“Hasta ahora nos dijeron que las matrículas van a seguir normal, porque estamos en periodo de inscripción de clases. Es lo único que nos han dicho nuestros profesores guía. Pero de ahí no nos han dicho nada más”, afirmó. El joven universitario dice que de momento solo conocen el comunicado del CNU, que en resumen indica que los estudiantes van a continuar con su actividad académica.
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Este joven ingresó a la UPOLI en el 2019, meses después de la rebelión de abril de 2018. Él comenta que luego de estas manifestaciones se vieron “acorralados de parte de UNEN, porque nos habían prohibido no hablar de política”. Denuncia que esta organización se empeñó en vigilarlos en las aulas de clase para conocer la postura política de cada quien y esto generó temor hacia los docentes para dar clases y abordar temas políticos.
Al darse cuenta que la UPOLI pasó a mando del CNU, sienten que el control que ejerció el régimen aumentó y terminó minando la autonomía universitaria, “que es lo que ahora nosotros no tenemos”.
Cero participaciones con el CNU
La estudiante de la Universidad Paulo Freire declaró que se siente con “indignación y molestia”, al no tener el derecho a elegir dónde quiere graduarse. Además, remarca que no está cómoda porque están decidiendo por ella, lo cual considera como una violación al espíritu de la autonomía universitaria.
“Yo no estoy teniendo la autonomía de poder decidir cómo quiero que diga mi título, ya que el CNU va a tomar posesión de la universidad como tal”, refutó y agregó que decidió estudiar en esta universidad porque le dieron la oportunidad de seguir desarrollando un pensamiento crítico y que pudiera estudiar tranquilamente, “sin tener un ambiente politizado o partidarizado”.
“Me sentía cómoda que no existiera un adoctrinamiento y poder estudiar tranquilamente dentro de lo que cabe. Todos sabemos cómo están funcionando las universidades públicas y por eso muchos ven como mejor opción las universidades privadas”, destacó.
La joven comenta que no asistirá a las “asambleas informativas” del CNU, puesto que no está conforme que lleguen funcionarios leales al régimen sandinista para imponerse ante la administración de la universidad. “Voy a intentar seguir adelante, pero no sé cómo. Al final, una de las cosas más importantes es poder formarnos y dar un aporte a Nicaragua. Yo creo que de eso no voy a desistir”, subrayó.
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Temen persecución
El joven universitario de la UPOLI indica que teme que no exista garantías dentro de la universidad. “Sin en cualquier momento se nos quiere quitar la matrícula o decir cualquier otra cosa, puede suceder y no podemos hacer nada”.
Considera que la principal razón de la arremetida contra la UPOLI es para tener un control absoluto sobre el pensamiento crítico de los universitarios. Esta universidad fue un bastión fuerte durante las protestas de 2018, en donde los jóvenes se atrincheraron para exigir el fin del gobierno de Ortega.
“Las universidades que deberían ser el epicentro del cambio social, están volviendo a ser centros de adoctrinamientos. Ellos quieren tener control de lo que se habla y se dice dentro la universidad. No les basta con tener un sindicato sandinista y a UNEN, que son los brazos del Estado dentro de las universidades, sino que quieren tener el control absoluto”, precisisó el universitario.
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