El cuerpo de cinco nicaragüenses asesinados la noche del pasado nueve de julio fue repatriado hoy martes al país, luego que familiares de las víctimas solicitaran apoyo mediante medios ticos.
Los féretros cruzaron la frontera entre Nicaragua y Costa Rica, por la zona de Peñas Blancas, mientras ingresaban al territorio nacional en caravana.
Los cadáveres arribaron al país durante las 1:30 de la tarde para posteriormente ser trasladados a Matagalpa, ciudad de origen de los asesinados, en cinco camionetas pertenecientes al Ministerio de Salud (Minsa).
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Entre los nicaragüenses víctimas de la masacre, en la cual todos eran integrantes de una familia, se encontraban una madre -Amparo Cardoza Orozco, de 55 años- y sus dos hijos -Miguel Jarquín Cardoza de 23 años y Pedro Hernández Cardoza de 42-.
Los otros dos cuerpos pertenecen a Jonathan Cardoza Rivas, de 25; e Isidro Orozco Loáisiga, de 29 años.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los nicas tenían únicamente ocho días de haber pisado suelo costarricense. Migraron al país vecino buscando oportunidades de trabajo y mejores oportunidades de vida.
La fuerza pública de Costa Rica detalló que en la masacre participaron al menos tres sujetos, de los cuales lograron detener a dos. Ambos son costarricenses y al momento de su captura portaban armas de fuego.
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