En una casa de Laureles Sur hay dos monos cara blanca que permanecen amarrados y en unas condiciones deplorables. A pesar de que es prohibido por la ley, son muchas las familias que optan por tener a estos animales silvestres en calidad de mascota sin preocuparse por su cuidado y atención. Lamentablemente, estos dos monitos permanecerán en esa situación, sin embargo, hay otros de su especie que recientemente volvieron a sentir la libertad de vivir en un bosque.
Los monos cara blanca son una especie mediana también conocida como maicero, machín o capuchino. Se encuentra en regiones como Siuna, en la Costa Caribe Norte, y en la Isla de Ometepe, en el departamento de Rivas, al sur de Nicaragua, donde muchos son capturados para ser comercializados o tenerlos como «mascota» pese a que los animales silvestres no los sean.
De ahí parte la iniciativa del Centro de Rescate de Fauna Silvestre que promueve el Zoológico Nacional, un proyecto que coordina su director Eduardo Sacasa.
“El 04 de septiembre del 2022, realizamos la liberación de muchos monos cara blanca, que por primera vez le llamamos liberación masiva, esta es la primera acción que realizamos para regresar a más de 20 monos a su hábitat natural”, afirmó Sacasa.
Los animalitos realizaron un largo recorrido en jaulas que pronto dejarían de ver, para cambiarlas por los bejucos y ramas de los frondosos árboles que les esperaban.
Pasaron más de un año en el centro de rescate, ubicado en Ticuantepe. Todos fueron entregados de forma voluntaria por pobladores para que tuvieran atención, asistencia para recolectar alimentos y valorar si se adaptarían a su nueva vida, que es uno de los principales temores.
Al bajar a la reserva natural donde fueron liberados, iniciaron a abrirse las puertas y los monitos saltaron de inmediato a los hogares que la naturaleza les ofrecía.
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Más especies en libertad
Esta no sería la única liberación, el 05 de septiembre, un día después, llegó el turno de otras tres especies que saldrían del cautiverio como gatos ostoche, que es un felino de color grisáceo, con la cabeza del tamaño de un gato común; como también cuyusos y pizotes. “Fue precioso ver ese momento, algunos correteando, algunos tímidos y otros veloces”, cuenta Sacasa.
Los gatos ostoche recorrieron la zona con cautela estudiando cada parte de su nueva casa, al igual que los cuyusos, que es conocido como mono nocturno, una especie que como su nombre lo indica tiene su principal actividad durante la noche y no ataca a los humanos. Esta especie fue declarada en peligro de extinción en el año 2017.
En algunos países es capturado para realizar investigaciones científicas tales como los estudios acerca del virus de la malaria.
Los pizotes no fueron la excepción, y aunque en menor cantidad, un par de éstos recibieron su libertad este pasado fin de semana. El doctor Sacasa señala que en esta y otras liberaciones esta especie en particular usa sus garras para rascar en la tierra como uno de sus hábitos comunes cuando se encuentran en su sitio de origen.
Este centro ha realizado otras liberaciones de dantos o tapires, que también se encuentran en peligro de extinción. Llegando más lejos se han propuesto la crianza para multiplicar esta última especie.
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El equipo del Centro de Rescate del Zoológico promete que continuará con esta labor de liberar fauna silvestre, la cual se ha visto afectada por el cambio climático y las comercializaciones de especies en peligro de extinción.
Si usted tiene un animal silvestre como mascota lo mejor es llevarlo al zoológico para que acá pueda adaptarse y volver a la naturaleza donde pertenece. Entre más tiempo el animalito conviva con los humanos, su inserción será más difícil.
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