El destierro de más de 200 presos políticas de parte de la dictadura de Daniel Ortega, ha despertado una serie de interrogantes como ¿a cambio de qué lo hizo?, ¿hay negociación con Estados Unidos?, ¿busca Ortega una salida electoral?
A criterio de la socióloga y experta en temas de seguridad Elvira Cuadra, la liberación y expulsión de este significativo número de nicaragüenses es una muestra de lo cuan debilitado está el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“El régimen de los Ortega – Murillo está bastante debilitado, no ha podido pasar la página de la crisis sociopolítica que inició en 2018, ellos esperaban resolver eso después de asegurar su continuidad en las elecciones de 2021, no lo han logrado”, explica Cuadra.
La socióloga expone que pese a las cuestionadas elecciones presidenciales de 2021, el régimen no ha conseguido la legitimidad de estas ni el reconocimiento de la ciudadanía, pero además no tiene “el respaldo de la comunidad internacional”, lo que los empujó cada vez más al aislamiento.
“Hay una situación bien crítica en términos económicos para el país, no solo para la población si no para toda la economía nicaragüense. Cada vez tienen menos fondos del exterior y entonces esto los lleva a buscar nuevas salidas o una posibilidad de resolver eso. El último elemento que quiero señalar es que hay una erosión acelerada de su base de apoyo política interna, ni sus mismos partidarios confían en ellos”, detalla la experta.
Ortega está en una situación insostenible
Al igual que Elvira Cuadra, el analista político José Dávila afirma que la situación del régimen “era insostenible” y que la “liberación” de presos “abre una posibilidad de buscar una solución a la grave crisis del país”; sin embargo, pone en tela de duda una posible “apertura democrática”, pues también cree que pueda ser “una maniobra de Ortega para eternizarse en el poder y reinventar algunas medidas, lograr un cambio de imagen, fortalecer a nuevos grupos colaboracionistas, recuperar oxígeno, buscar financiamiento internacional”.
El hecho que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo haya “liberado” a estos más de 200 presos políticos podría ser el “indicativo de una intención de negociación con Estados Unidos, que es a quien ellos consideran que es como el interlocutor principal para eso”, explica Elvira Cuadra.
Presos políticos desterrados por la dictadura llegan a EE.UU.
“El gobierno estadounidense ha dicho que se trata de una decisión unilateral, que no hay negociación todavía, pero es obvio que ahí quedó abierto un canal de comunicación porque sobre todo el traslado de las personas prisioneras políticas requiere coordinaciones básicas entre los dos países”, argumenta la socióloga.
Con estos nuevos elementos que se suman a la inmensa diáspora de nicaragüenses en el exterior, el analista político José Dávila espera que se refresquen “las exigencias de derogar leyes represivas, elecciones libres y transparentes, restablecimiento de las libertades públicas”.
“No hay que solo lanzar campanas al vuelo por la alegría de los presos, la oposición debe unificarse, y afinar y fortalecer la estrategia de establecer una democracia en Nicaragua, que es el gran objetivo estratégico de los nicaragüenses. La situación puede ser nueva, pero los objetivos para una Nicaragua próspera y democrática siguen siendo los mismos”, apunta Dávila.
Ortega dice que destierro a presos políticos lo ideó Rosario Murillo
¿Busca Ortega un proceso electoral?
El hecho de haber reformado el artículo 21 de la Constitución Política de la República para retirarles la nacionalidad y anular otros derechos a los desterrados políticos, podría ser un indicio de que Ortega busca un proceso electoral sin competencias, según hipótesis planteadas por la socióloga Elvira Cuadra.
“Lo que hicieron hoy por la mañana de reformar la Constitución, el artículo 21 para retirarles la nacionalidad y anular sus derechos ciudadanos y sus derechos políticos, como el de optar a cargos de elección pública de manera perpetua, a aparte de ser inconstitucional, arbitrario e ilegal, lo que hace suponer es que en el análisis de Ortega se está considerando una competencia electoral y quiere evitar que cualquiera de las personas excarceladas pueda competir ahí”, detalla Cuadra.
🚨⚠️Sobre la inhabilitación de cargos de elección popular para los 222 excarcelados políticos en #Nicaragua: “Es probable que Ortega esté previendo un proceso electoral y no quiere a ninguno de los presos políticos deportados compitiendo en esas elecciones”, @elviracuadra pic.twitter.com/omu70al9XZ
— CETCAM (@CetcamCA) February 9, 2023
En este sentido, el analista político José Dávila se muestra más escéptico y cree que “lo de unas elecciones podría ser uno de los cantos de sirena que podría usar el régimen para hablar de diálogo y apertura democrática, pero hay que estar alertas y no caer en otro engaño”.
“Unas elecciones libres y transparentes con observación electoral internacional, previo profundas reformas electorales que vuelvan imparcial el poder electoral, sería deseable, pero soy escéptico al respecto”, alega Dávila.
En cuanto al tema del restablecimiento de los derechos humanos, el analista político apunta a que “debe iniciarlo el propio régimen sin esperar nada a cambio, restaurando de inmediato todas las libertades públicas, hoy muy restringidas o inexistentes”.
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