Envalentonado por estar flanqueado por el canciller ruso Serguéi Lavrov, este 19 de abril el dictador nicaragüense Daniel Ortega se refirió a las sanciones que horas antes Estados Unidos aplicó a dos magistrados y una jueza sandinistas. Ortega afirmó que las sanciones internacionales ya no le provocan ningún temor, ni tampoco genera preocupación a sus funcionarios.
Fuera de este discurso, en más de una ocasión Ortega y su canciller Denis Moncada se han quejado de las sanciones, incluso han pedido el cese “de esas agresiones”, como les suelen llamar.
“Hemos visto que después que sancionan a sus funcionarios corre a tomar algunas medidas, en otros casos, los cambia de cargo. Entonces, ¿Cómo explica eso?”, se pregunta el abogado Danny Ramírez, secretario ejecutivo del Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (CALIDH).
Poder judicial, ala de la represión
Agrega que las sanciones para los funcionarios erosionan cualquier legitimidad que pueda tener el gobierno sandinista en el exterior. De igual forma ve con buenos ojos que se sancionen a funcionarios del Poder Judicial porque este es el ala de la represión contra los críticos.
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Empero, considera que estas sanciones no son suficientes si no se toman en cuenta las recomendaciones del Grupo de Expertos en Derechps Humanos sobre Nicaragua (GHREN) de la ONU, de que “los organismos multilaterales no ofrezcan financiamiento si el gobierno de Nicaragua no cumple con ciertos estándares de derechos humanos”.
Ligia Gómez, del observatorio Urnas Abiertas, considera que estas sanciones son un duro golpe para la estructura partidaria y gubernamental, porque de esa forma se siguen desprestigiando ante la población nicaragüense, “Si les duele. Hay dos cosas que ellos no aguantan: Saber que los nicaragüenses los rechazan, aunque ellos mencionan que son desagradecidos. Y dos, que se les considere gobierno ilegítimo. Las sanciones están dirigidas a personas concretas y ellos tratan de alguna manera de sobarlas”, expresa..
Es un viejo discurso decir que las sanciones no le afectan, es lo que apunta la activista y defensora de derechos humanos, Alexa Zamora. “Eso es totalmente falso en dos vías, si no le interesara la opinión de la comunidad internacional, entonces no hubiera armado el parapeto de elecciones y omitir a través de la narrativa sus crímenes de lesa humanidad”, indica.
“Por otro lado, si las sanciones no le afectan, entonces no fuera un tema recurrente en sus discursos, porque conoce las afectaciones que implica para el núcleo económico que lo sostiene en el poder”, manifiesta Zamora.
Daniel Ortega mentiroso
Si hay algo que tiene muy seguro el exdiplomático nicaragüense Arturo McFields, es que el dictador Daniel Ortega ha sido un mentiroso compulsivo, puesto que “siempre trata de reescribir la narrativa de los hechos”.
Con seguridad afirma que las sanciones tienen impacto, algunas son de forma inmediata y otras a corto plazo sobre su círculo de hierro, otras, sobre sus colaboradores, “pero de que tienen impacto y genera preocupación, esto es algo innegable”.
“Por ejemplo, cuando se aplicaron las sanciones al oro, esas fueron sanciones de bisturí, que son muy precisas y que golpean directo los bolsillos de la dictadura”, sostiene.
El exfuncionario explica que las recientes sanciones a los tres jueces orteguistas, aunque no afectan directamente a Daniel Ortega, sí afectan moralmente a la militancia sandinista.
En cuanto a los sancionados, afirma que les perjudica porque muchos de estos funcionarios tienen familiares en Estados Unidos y tarde o temprano también se verán afectados. Igualmente destaca que surgirán los efectos económicos porque no podrán realizar ninguna transacción con el dólar estadounidense.
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