Sin medias tintas, Josep Borrell, representante de la Unión Europea para el exterior, asegura que en Nicaragua “hay una dictadura clara y dura”, y que a pesar de las restricciones del régimen Ortega-Murillo contra su embajador, eso no va a hacer que desistan en sus pronunciamientos.
«Nuestra posición con respecto a Nicaragua está muy clara. Creemos que es una dictadura pura y dura, dura, dura», sostuvo Borrell en una entrevista con la agencia de noticias EFE.
Recordó que mantienen la postura crítica y condenatoria contra las violaciones de los derechos humanos que perpetra la dictadura sandinista contra la población nicaragüense, sin ambargo, asegura que mantienen la “ayuda y cooperación” para este país centroamericano.
Esta semana al cumplirse cinco años del inicio de la crisis sociopolítica en Nicaragua, la Unión Europea reiteró su compromiso con la democracia y el restablecimiento de los derechos del pueblo, lo cual no fue del agrado de la admistración Ortega-Murillo, la cual consideró eso como una “injerencia» en los asuntos internos del país.
Además de lanzar fuertes insultos a los europeos, la dictadura retiró el plácet al embajador europeo Fernando Ponz.
«Y sí, de cuando en cuando ocurre eso, que como nuestras críticas no les gustan, pues retiran los plácets hechos a nuestros embajadores. Ya pasó con Venezuela, pero eso no nos va a callar», advirtió el jefe de la diplomacia europea.
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