El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, aún se niega a calificar a Daniel Ortega como un dictador, a pesar de reconocer los graves abusos a los derechos humanos en Nicaragua.
Según Chaves, a él «no le corresponde» llamar dictador a Ortega, pero sí echó en cara los presuntos gastos que su país hace por los migrantes nicaragüenses, quienes huyen de la represión gubernamental y la pobreza.
En una reciente entrevista dada al periodista Andrés Oppenheimer, de la cadena CNN, el también escritor le preguntó directamente «¿Para usted, Daniel Ortega es un dictador o no?», a lo que Chaves se remontó a la historia de enfrentamientos bélicos de los nicaragüenses para finalizar diciendo que Costa Rica «quiere vivir en paz y denuncia» las violaciones en el país vecino.
«Somos respetuosos de esa división (desde la lucha guerrillera de Augusto C. Sandino) que requiere que convivamos en paz, sin embargo, Costa Rica no ha sido, de lo más mínimo, blando cuando ha habido que referirse a las violaciones de derechos humanos en Nicaragua porque nos hemos pronunciado (…) Queremos vivir en paz y denunciamos, sin embargo, que en Nicaragua hay situaciones que, desde el punto de vista democrática y el estado de derecho de Costa Rica, son criticables y las hemos criticado», señaló.
«¿Entonces, es un dictador Daniel Ortega?«, insistió Oppenheimer.
«Mire, eso no me corresponde a mí. Nosotros hemos dicho que el proceso electoral no debió haber incluido la detención de candidatos políticos. En Costa Rica eso sería inconcebible de uno, mucho menos de tantos, y llamamos al pueblo de Nicaragua y a su gobierno a mejorar las condiciones de las personas que están detenidas políticamente y de considerar la remoción civil de esas personas que consideramos lamentables», respondió el presidente.
Agregó que en su política exterior Costa Rica se une a la mayoría de países del mundo que instan a Nicaragua a «arreglar estas cosas» de índole internacional como la expulsión de la delegación de la Unión Europea, la Cruz Roja, entre otros.
Y prueba de ello, según Chaves, son los llamados suscritos por San José ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), donde su gobierno apoyó al candidato de Ortega como secretario general de la institución regional.
Oppenheimer también le consultó al mandatario sobre la posible suspensión de Managua en el tratado comercial entre EE.UU. y Centroamérica y la República Dominicana (DR-CAFTA).
Chaves dijo al respecto que, si Estados Unidos valora que existen violaciones a a los derechos laborales en el marco del acuerdo comercial, «no le parecería descabellado que se considerara algún tipo de sanción económica, tarifas, impuestos de exportación a las industrias (nicaragüenses) que así lo violen».
En abril del 2022, tras resultar ganador de las elecciones en Costa Rica, Chaves anunció que nombraría embajador en Nicaragua, sin embargo, poco después, a raíz de la expulsión de la OEA por parte del régimen sandinista, el mandatario tico reconsideró su plan.
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