Miguel Rosales, diputado del PLC en la Asamblea Nacional sacó a relucir los conflictos internos que vive el partido de Arnoldo Alemán y confesó que el arribo de las elecciones movilizó a dos bandos internos en las estructuras partidarias: uno que apoya a María Fernanda Flores de Alemán y otro que prefiere a la actual Presidenta Nacional María Haydé Osuna.
La controversia salió a relucir luego que se conociera que el Fiscal Nacional Alejandro Hurtado, fue suspendido por un año de su cargo, después que se filtraran audios de WhatsApp en los que éste, cuestionaba las intenciones de Flores de quedarse con el control del partido.
«Desafortunadamente ella se siente dueña del partido porque es la esposa del Dr. Alemán (…) Ella cree que los liderazgos se endosan, se transfieren, se donan o heredan. Los liderazgos se hacen», dijo en parte del audio Hurtado, el cual fue publicado por el diario La Prensa. Las conversaciones privadas fueron filtradas a María Fernanda Flores y usadas para gestionar la suspensión del Fiscal, sin convocar al Comité de Ética, tal y como lo establecen los estatutos del Partido.
Rosales dijo en una entrevista con Enrique Quiñónez en Radio 800, que no se convocó al Comité de Ética porque era indudable que la voz del audio correspondía a la de Hurtado y que se trató de sembrar un precedente para que los altos cargos del partido fueran respetuosos y no fomentaran la división, en momentos cruciales para el partido, ya que se encuentran a pocas semanas de iniciar sus elecciones internas.
De hecho, las críticas de Hurtado estaban vinculados a esas elecciones internas que se avecinan, ya que María Fernanda Flores solicitó más tiempo para llevarlas a cabo, según creen sus críticos, por aún no tener los votos necesarios para ser elegida como Presidenta Nacional, cargo que actualmente desempeña Osuna.
«No es ningún secreto las pugnas entre María Fernanda y María Haydé, que están llevando al partido a una situación que no debería de llegar. Que una le anda serruchando el piso a la otra y al final las dos han sido mujeres, una que es la esposa, y la otra que ha sido fiel a Arnoldo y que ha trabajado con Arnoldo desde los comienzos del 90», dijo Quiñónez.
Quiñónez expresó que es «normal» que María Haydé Osuna «siente que le cuesta» el partido por el trabajo de años que ha hecho junto a Alemán, pero también explicó que Flores «dio la cara fuertemente» cuando su esposo, fue apresado por cargos de corrupción, peculado, malversación de fondos públicos y lavado de dinero.
Según Quiñónez, al principio no se permitía a María Fernanda ni acercarse a las reuniones de los dirigentes del partido y ella fue desarrollando astucia para lograr involucrarse en el trabajo político.
«Yo miré cuando se le pedía a María Fernanda que nos dejara solas en una reunión, cuando ella llegaba como buena anfitriona a ofrecer que si queríamos algo», recordó Quiñónez.
Rosales reconoció las pugnas entre las dos mujeres y dijo que él ha tratado de «ser un puente entre ellas y hacer entender a una y a otra de que nos necesitamos todos”.
«Este es el momento, en lo personal yo considero, que cada una de ellas debe hacer una análisis pensando en los intereses institucionales y sobre todo en los intereses de Nicaragua , qué le conviene más al liberalismo”, manifestó, al expresarse preocupado porque las diferencias de las dos mujeres se han trasladado a los departamentos y municipios, generando grandes fricciones internas.
Posteriormente dijo que el mayor reto del partido es recuperar la confianza de los nicaragüenses y «demostrar que no somos zancudos, que no somos colaboracionistas, que somos oposición verdaderamente» y esa es la estrategia que deben seguir, «vinculándose más a las necesidades de la población», pues según él ni Arnoldo Alemán ni el pasado del PLC son el problema, sino sus directivos que no han sabido entender el nuevo sentir de la población.
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