Rusia agradeció al régimen de Nicaragua el respaldo mostrado a Vladimir Putin en la reciente Cumbre entre la Unión Europea y países de América Latina y el Caribe (Cumbre CELAC-UE) que constituye, según el país euroasiático, «un precedente importante».
Nicaragua fue el único país participante en el encuentro que se negó a firmar el 18 de julio la declaración final que expresa preocupación por la guerra del régimen ruso contra Ucrania.
«Ustedes lograron no solo frustrar los intentos de los satélites europeos de Washington de imponer su voluntad en América Latina y el Caribe, sino también de crear un precedente importante para su prevención en el futuro«, indica una carta enviada por el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, a su homólogo de Nicaragua, Denis Moncada.
En la misiva, Lavrov agradeció al canciller Moncada por haber estado en «estrecho contacto operativo» con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y «haya tenido en cuenta nuestra opinión y evaluaciones».
La diplomacia rusa considera que la posición del régimen de Ortega es una «manifestación de verdadera asociación en los asuntos mundiales, el sentido del hombro y la disposición a resolver problemas comunes».
Rusia confía en que esta «camaradería» entre ambos países seguirá fortaleciéndose a futuro.
Tras una avalancha de condenas contra la represión en Nicaragua, el dictador Daniel Ortega ha procurado mostrarse ante el mundo como un fiel aliado de Rusia y otros regímenes autoritarios que han mantenido fricciones con Estados Unidos.
Críticos de Ortega sostienen que el líder sandinista sirve como «peón» de Putin al adoptar posiciones políticas que no traen ningún beneficio económico para el pueblo nicaragüense. «Ortega se comporta como un subyugado lacayo, dependiente y subalterno de Putin», dijo el dirigente opositor desterrado Félix Maradiaga.
Por su parte, el exdiplomático Arturo McFields señaló que, pese a la postura de Nicaragua en la cumbre, Ortega «no pudo sabotear» la resolución.
You must be logged in to post a comment Login