La vicepresidenta del régimen sandinista, Rosario Murillo, celebró que este lunes la Asamblea Nacional, controlada totalmente por el oficialismo, haya aprobado la declaración de abril como «mes de la paz», esto a casi seis años de conmemorarse la brutal masacre de opositores del año 2018, ordenada, según las acusaciones, por la misma vocera de la dictadura.
«La Asamblea aprobó la ley que establece la paz como un patrimonio histórico del pueblo nicaragüense, pero además abril mes de la paz», dijo Murillo.
Al régimen de Daniel Ortega y Rosario Muillo se le achaca la responsabilidad de los más de 350 asesinatos ocurridos en el marco de las protestas del 2018. Tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, adscrito a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), coindiden en que en el país se han cometido crímenes de lesa humanidad.
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No obstante, para Rosario Murillo, los sandinistas han venido luchando siempre «por la paz y el bien».
«Nuestra lucha victoriosa por la paz, la independencia, la soberania. Nosotros a lo largo de nuestra historia hemos sido y somos heroicos defensores de nuestra soberania, de nuestros derechos y del patrimonio incomparable, patrimonio de vida en paz y en esperanza», insistió en su alocución de este lunes a través de losmedios de comunicación que ella controla.
Sin mencionar a los opositores, Murillo declaró al régimen como victorioso frente a estos.
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«Hemos luchado por la paz, seguimos luchando por la paz, seguimos afianzando, defendiendo y promoviendo la vida en paz y esperanza; y todos aquellos, los que han querido arrebatar ese derecho irrenunciable del pueblo nicaraguense, han salido mal, no pudieron ni podrán porque aquí hay amor del más fuerte del mundo a la paz», sentenció.
Pese al discurso de «amor» y «paz» del que habla Rosario Murillo, en realidad ella es conocida más por sus «discursos de odio», según la oposición.
Igualmente, tanto organismos defensores de derechos humanos, activistas de oposición y la comunidad internacional condenan la falta de libertad de prensa, inexistencia del estado de derecho, los presos políticos, los destierros, la corrupción y la falta de elecciones libres en Nicaragua.