El presidente de la Empresa Portuaria Nacional (EPN), Virgilio Silva, estaría bajo arresto domiciliario de facto, porque supuestamente la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo le está relacionando con «manejos anómalos», reveló el sitio web Confidencial.
“Virgilio era propietario de equipos de dragado que se usaban en los puertos y los tenía a nombre de testaferros”, dijo a Confidencial una fuente que pidió anonimato.
Todavía la información no es oficializada por la dictadura, pero, desde el 13 de mayo pasado, Silva dejó de aparecer en comparecencias públicas y el director de la institución, Erving Roa, tomó su lugar en los informes que la EPN brinda semanalmente.
La Portuaria está en estos momentos bajo el mando del viceministro Félix Granados, con Roa como vocero y director ejecutivo, pero supeditada ahora al Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI), es decir, bajo el control del ministro Óscar Mojica, mayor general en retiro, explica Confidencial.
Ministro desde 2007
Silva es parte del gabinete de Ortega desde que este último regresó al poder, en enero de 2007, y su caída en desgracia también arrastra a otros tres exfuncionarios de la Portuaria, igualmente bajo investigación.
Se tratan del gerente de informática, Henry Talavera; el encargado de redes de informática, Ronald Hernández y un encargado de soporte técnico, identificado como Wilfredo Mendoza, quienes son sospechosos de encubrir un supuesto desvío de fondos a favor de Silva.
Bajo investigación desde enero
Siempre según Confidencial, Silva estaba bajo la lupa de la dictadura desde enero pasado, cuando se le comenzó a investigar por sus gestiones en la ampliación y modernización del puerto de Corinto, el puerto Sandino, una ampliación en el Paseo Salvador Allende y una «preinversión» el puerto de Bluefields.
Aunque el tesorero del Frente Sandinista (FSLN), Francisco López, y el hijo de los dictadores, Laureano Ortega Murillo, trataron de abogar por Silva, al final se impuso la idea de Mojica, de que se iniciara la investigación.
Respecto a la Portuaria, se conoció que dos cargamentos de cocaína partieron desde puertos nicaragüenses y luego fueron incautados en Rusia y en Italia.
En enero de este año 2024, las autoridades rusas detuvieron una tonelada de cocaína en el puerto de San Petersburgo y confirmaron que la misma procedía de Nicaragua.
Y, en mayo pasado, en Italia oucparon 116 kilos de cocaína en el puerto de Vado Ligure, también embarcados en un puerto nicaragüense.