Las declaraciones de Zamora y su decisión de conversar con el gobierno ha recibido críticas de la oposición. Zamora ha sido un defensor del “modelo de diálogo y consenso”, que ha consistido en mantener la relación entre Ortega y la empresa privada durante más de una década en Managua bajo críticas incluso de Washington.
“Realmente es patética la actuación de César (Zamora) y definitivamente él está reiniciando un camino que hace once años dio los primeros pasos y él creía que era el camino para una Nicaragua mejor y nos lo vendió como lo mejor”, opinó el exdiputado liberal Eliseo Núñez.
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“Hoy quiere volver a meternos a esos caminos. César muestra que no tiene ningún tipo de escrúpulos y cree que, pese a tantas muertes, exilio y prisión, este modelo va a funcionar de nuevo”, dijo Núñez.
Por su parte el confundador del oficialista Frente Sandinista y hoy crítico a Ortega, Óscar René Vargas dijo vía telefónica a la Voz de América que la reunión entre los empresarios busca enviarle un mensaje a Estados Unidos para frenar la posible exclusión de Nicaragua del tratado de libre comercio, conocido como Cafta.
“Zamora aparece por varios motivos, uno es mandarle un mensaje a EEUU tras ponerse en la mesa nuevamente el asunto del CAFTA. Le quieren decir: nosotros los empresarios nos estamos arreglando”, indicó.
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Según Vargas, Zamora también aparece en la palestra pública “como la vanguardia, como el primero en negociar con Ortega”, pero cree que esto buscará ampliarse con otros sectores.
“Esto quiere decir que el presidente y vicepresidente del Cosep pasarán a estar bajo arresto domiciliar, pero permite que en la oposición, sobre todo los otros partidos políticos den el siguiente paso de negociar con Ortega, de cara a las elecciones de noviembre de este año, de las municipales”.
La Voz de América intentó comunicarse vía telefónica con el presidente del sector privado de Nicaragua, sin embargo no respondió las llamadas.
Ortega estableció un pacto con los empresarios tras retornar al poder el cual consistía en que Ortega asumiría el rol político, mientras que el gran capital asumiría la economía, sin embargo este modelo llamado “diálogo y consenso” se rompió en el año 2018, tras las violentas protestas de que dejaron más de 300 muertos.
La entonces embajadora de Estados Unidos Laura Dogu cuestionó este modelo en su último discurso brindado en octubre de 2018 y subrayó que que la comunidad empresarial “valoraba más la estabilidad que la sostenibilidad”.
“Antes de abril, cuando hablaba de estos temas, la comunidad empresarial me decía con frecuencia que podían sacrificar algunos de estos derechos fundamentales porque Nicaragua no estaba en guerra, ni sufría la violencia de los países del triángulo norte”, dijo Dogu.
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