Pinita Gurdián, madre y abuela de las presas políticas Ana Margarita Vijil y Tamara Dávila, respectivamente; usó nuevamente sus redes sociales como “único espacio reducido” para soltar un grito desesperado pidiendo ver libes a sus familiares antes de fallecer.
Pinita además aprovechó la publicación para denunciar las torturas que viven las presas políticas al estar en celdas de aislamiento por más de un año.
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“Las presas políticas Dora Ma Téllez, Suyen Barahona, mi nieta Tamara Dávila y mi hija Ana Margarita Vijil están cumpliendo 387 días de estar detenidas y totalmente incomunicadas. Cada una en una celda separada, sin poder hablar, ni hacer señas, ni leer, ni escribir”, manifestó.
Gurdián recordó que en el caso de Tamara Dávila es más “grave”, puesto que su celda está empernada. “Algunas en total oscuridad, otras con luz las 24 horas. Con frío en este tiempo tan húmedo. A algunas les han pasado la colcha que les llevamos, pero a otras no ha sido posible que se las entreguen”, denunció, asegurando que esta es otra forma de tortura.
Agregó que las presas políticas duermen sobre una cama de piedra con una colchoneta que con el tiempo se ha ido reduciendo y que les produce mucho dolor de espaldas. También añadió que pasan “hambre” y algunas celdas se inundan de agua.
«No quisiera morir sin tenerlas libres»
“Esto es inhumano y yo no puedo callar. Protesto y grito las injusticias que están sufriendo ellas y el resto de un total de 190 personas en diferentes centros penitenciarios”, dijo.
“¿Las quieren matar?¿Enloquecerlas?”, cuestionó al régimen de Ortega.
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Pinita Gurdián recordó que su situación es especial, ya que padece de un cáncer que cada día golpea su salud. “Yo protesto y pido abran su corazón. No quisiera morir sin tenerlas libres. Toda esta angustia agrava mi situación. Es una pesadilla constante”, clamó.
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