La historia de una ex dirigente juvenil sandinista, que hoy teme por su vida
Hace un mes que esta joven busca refugio en algún lugar seguro. Se esconde de quienes un día eran sus mejores amigos, sus “compañeros” ideológicos, sus hermanos de la JS.
Nos pide proteger su identidad. Le llamaremos Perla. Entró a la Juventud Sandinista en el año 2011 por exigencia de una familia ya que siempre han sido históricamente militantes del FSLN.
No tardó mucho en sentirse parte de un proyecto diferente, que velaba por los pobres, por las causas sociales, por las necesidades laborales de los jóvenes, pero con el tiempo empezó a decepcionarse y a encontrar que aquello tenía muy poco de lo que la propaganda oficial promulgaba.
¿Qué es lo que te empezó a decepcionar de la Juventud Sandinista?
La verdad es que si se iba a los barrios, se hacían jornadas de limpieza en las comunidades, se le entregaba paquetes alimenticios a las madres de héroes y mártires de los municipios, las famosas láminas de zinc, las cocinas, a mi esa parte me gustaba, me comprometí mucho con el trabajo partidario (…) pero luego hubo cosas que no me gustaron. Sí, se hacen grupos de choque, se provocan enfrentamientos, yo recuerdo una vez que hubo una discordia para las elecciones que atacamos una caravana de simpatizantes liberales y yo dije: ¿Pero si nosotros fuimos los que atacamos? y en carrera me llamaron la atención: “Compañera, no sea indisciplinada”, ¡puchica!, cuánto escuché esa palabra desde entonces: “Disciplina”.
La disciplina es determinante para pertenecer a cualquier estructura sandinista. La JS es la organización juvenil del FSLN. Fue creada en el año 1980, tras el triunfo de la Revolución y luego de la salida de Ortega en los años 90, quedó reducida a su mínima expresión por falta de presupuesto. El retorno al poder le permitió al partido inyectarle recursos y ampliar su presencia en todo el territorio nacional.
“La Juventud Sandinista trabaja en distintos movimientos organizados; tiene el Movimiento de Red de Comunicadores, tiene el Alexis Argüello que es de deportes, tiene el Guardabarranco que es medio ambiente, tiene la Promotoría Solidaria que es servicios social, tiene el Leonel Rugama que es el Movimiento Cultural. La estructura nacional hace un plan de trabajo, luego eso se orienta a los departamentos y los departamentos a los municipios, ninguna actividad es propia, sino que ya viene bajo un lineamiento. Rosario Murillo se encarga personalmente de orientar los lineamientos”, nos cuenta Perla.
-Pero las personas acusan a la JS de ser un grupo de choque
Tenés a la estructura que es la parte bonita, los chavalos que andan las camisetas, los que salen en la fotografías del 19 Digital, los que salen en canal 6, chavalos que han salido de la Red (de comunicadores) que están en medios oficialistas, tenés chavalos del Guardabarranco que están en el MARENA, en el MAGFOR, en el INAFOR, tenés chavalos del Alexis que los terminan ubicando en el IND, esa es la élite, la cara bonita, chavalas de la Promotoría Solidaria que terminaban trabajando el Ministerio de la Mujer, de la Familia, según donde vos estabas ahí te iban ubicando, son los que ves en la tarima con Daniel. Ahora está la otra parte, los grupos de choque, los chavalos que movés para llenar actividades, que tal municipio, según su extensión tiene que poner una cuota de 300 chavalos, que venían las elecciones y la gente no quería votar, los mandaban a “pastorear”, así le llamaban a ir de casa en casa a asegurar que la gente fuera a votar (…) Los chavalos de los barrios que tenían listos para llevarlos por si hay enfrentamientos, ya los tenían organizados, solo los llamaban. En aquella época no eran los 200 pesos, era la comida y guaro lo que se les daba, se les garantizaba cena, que si era una actividad se les aseguraba que fueran bebiendo. Está claramente por élite y era una broma que muchos te hacían, te decían “que yo tengo rango” y me molestaba porque miraba a otros chavalos que tal vez de verdad estaban comprometidos y los pobres se alegraban con pequeñeces que le daban.
¿Entonces no había justicia social dentro del órgano creado precisamente para promover eso?
No. A esos jóvenes que te digo a algunos los becaban, pero eran a los que obligaban a ir a limpiar, a sembrar, a hacer el trabajo más duro que los otros no querían hacer. También había chavalos con promedios excelentes, pero llegaban a pedir becas y decían: “No, porque este su papá es liberal”, o llegaba otro con un aval político, o porque era familia de un secretario político y al final lo preferían a él.
¿Y qué otras cosas no te gustaron?
Algo penoso que es feo decirlo, pero pasaba. La Juventud Sandinista organizaba congresos nacionales cada cierto tiempo, congresos de dos, tres días, se discutían las estrategias para reforzar el trabajo del partido (…) Hay mucho ego, los coordinadores nacionales miran a los municipios por debajo de los hombros, ofenden, denigran y te dicen: “Yo soy el coordinador”. Lo penoso que podría contar de estos congresos es que ya en la noche, ya eran otra cosa, se armaba la bebedera, de hacer fiestecitas, chavalas que salían de los cuartos porque el coordinador nacional las mandaban a llamar porque quería estar con tal chavala y entonces te decían ellas: “el coordinador fulanito de tal ,y te decían el nombre con alegría, quería tapinear con ellas”, entonces había mucha promiscuidad en esos congresos, había sexo en las habitaciones, tal vez varias parejas en un mismo cuarto, son cosas penosas, pero que se dan, cosas que son de las que te hacen ver, dónde estoy parada, cuál es el trabajo.
¿Pero eso no te hacía salirte?
Yo no estaba de acuerdo, pero el Secretario político me ponía mil trabas para irme. Te soy honesta, a mi la Juventud me consumió demasiado tiempo, me desenfoqué de mis estudios, tenía que priorizar mis estudios y ellos me decían: “¿De qué te sirve tener un título?, si el Comandante no está en el poder, no vas a tener trabajo”, pero al final empecé a darme cuenta que en la Juventud había muchos chavalos así, que no terminaron sus estudios por entregarse al partido y yo ya estaba inconforme con lo que pasaba. Hasta que una vez, empecé a ver que en mi universidad se empezaron los chavalos a autoconvocarse para lo de OcupaINSS (2013) y lo que pasó ahí fue lo que me pareció el colmo.
¿Qué pasó?
La Juventud llegaba a la universidad a golpear a los chavalos. Varias veces tenían actividades y llamaban a los chavalos de los barrios y llegaban a botarles las cosas y yo miraba chavalas llorando, porque ellas solo querían expresarse y eso no me empezó a gustar porque yo decía: “Si nosotros podemos marchar, por qué ellos no pueden, si son poquitos. Yo miraba las movilizaciones masivas del Frente ¿Qué mella les podía hacer un grupo de jóvenes? Luego cuando llegaron al INSS y los golpearon a los chavalos, junto a los ancianos, muchos de esos ancianos eran abuelos o padres de amigos míos y yo me pronuncié y me dijeron que fuera disciplinada, que no me dejara engañar por la derecha.
Para Perla salirse representó un reto. Reconoce que una vez que estás dentro de la estructura, es complicado dar marcha atrás, porque se sabe del asedio contra los disidentes, el bloqueo para que puedan encontrar empleo y la idea que te inculcan de que sin el partido “no sos nadie”, pero finalmente ella estalló con la crisis de Abril.
«El 18 de abril yo estoy en la casa y empezaron las manifestaciones de los estudiantes y la represión y yo cuando lo vi no aguanté, y sentí una furia, una decepción, una tristeza, asco, repudio, me sentía impotente, terrible, entonces yo publiqué en Facebook mi descontento, y hablaba como persona que creía en el sandinismo y cómo ahora ellos atropellaban la lucha del sandinismo y me empezaron a atacar. Le reclamaron a mi familia y discutieron muy fuerte conmigo, al punto que decidí irme de la casa. Eso me dio más libertad, porque ya podía ir a marchas y pronunciarme sin temor, aunque las cosas se vinieron peor”
¿Te amenazaron?
Si. Me acusaron de coordinar tranques, es una acusación grave, porque a la gente que apoya los tranques se las llevan, las llegan a sacar de sus casa, entonces en la casa donde estábamos alquilando llegaron una noche a agredir, quebraron los vidrios y nos amenazaron, dispararon afuera y la señora donde me quedaba me pidió que me fuera porque corría peligro. Un ex amigo que ahora anda de paramilitar me ha andado buscando, preguntando por mí, por el hecho de expresarme, me dicen que soy traidora.
¿Alguna vez pensaste que la JS se podía convertir en esto?
Yo sabía que habían fuerzas de choque, sabía cosas que habían hecho, pero llegar a los extremos que llegaron de asesinar, de atacar tan violentamente jamás lo creí al inicio, hoy yo ya espero cualquier cosa, hoy yo tengo miedo por mi vida y por mi familia cercana, y si me preguntás qué sentí, me desgarré, me dolió muchísimo, eso no era mi JS, hay muchos amigos que éramos menos fanáticos y mirábamos desde siempre que habían cosas que no estaban bien, y son una mayoría, y ahora estamos en el otro lado.
¿Entonces la JS está debilitada?
Es pánico, histeria colectiva, porque ellos siempre se creyeron en el poder. Yo no te voy a negar las cosas ilícitas que se hicieron, que yo supe pues, por ejemplo al nivel de las elecciones en la función de los comandos electorales, la función del procurador electoral, cómo se hacía el conteo de boletas, cómo se alteraba el padrón electoral, cómo el Consejo Supremo Electoral, que se supone es cívico, neutral, tenía presencia dentro de las casas del Frente Sandinista, los representantes del Consejo asistían a las reuniones del Frente, entonces estos chavalos miraban eso y decían: “estamos bien, vamos a estar ubicados siempre”, Aquí para las elecciones en cada Junta Receptora de Votos a la salida hay montado un puesto de mando del Frente, yo estuve ahí, ellos están con un padrón del Frente viendo qué militante ya votó y que militante no, si sos un militante que no ha votado te llegan a sacar a tu casa que vayás a votar y el padrón de los opositores también lo tienen registrado, para ver quienes han votado y quienes no, y en base a hacer un arqueo, ver cómo ubicaban la cantidad de votos, todo eso los llenó a ellos de certeza de que esto nunca se iba a acabar. Estos chavalos dejaron sus carreras por el partido, dejaron hasta familias, entonces no tienen otra que seguir hasta el final.
Perla hoy está escondida del acecho de quienes un día miró como su segunda familia, pero dice sentirse bien de estar del lado justo.
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