La Policía Nacional informó que a partir de este martes 17 de junio el límite de velocidad en las carreteras de Nicaragua será de 50 km/h.
La Dirección de Seguridad de Tránsito Nacional ha iniciado la aplicación de multas por exceso de velocidad con criterios más restrictivos que los establecidos en la legislación vigente. Los agentes están aplicando multas a conductores que excedan el nuevo límite de velocidad de 50 kilómetros por hora en carreteras, una medida que representa un cambio sustancial respecto a los 100 km/h que contempla la Ley 431.
Esta decisión operativa surge después de que se planteara la posibilidad de reducir aún más los límites. Se ha propuesto establecer un nuevo rango entre 50 y 60 km/h, bajo la premisa de que «vale más la vida de un ciudadano que un camión con mercadería».
Contexto de la medida
La modificación en los criterios de aplicación de multas no responde a un cambio legislativo formal, sino a una decisión administrativa de las autoridades policiales. Aunque la ley establece 100 kilómetros por hora en carretera, la Policía, en coordinación con el MTI, ya está aplicando un límite máximo de 80 kilómetros por hora.
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Esta estrategia busca abordar el problema de la siniestralidad vial que afecta al país. Los accidentes de tránsito continúan siendo una preocupación importante para las autoridades, especialmente considerando que los motociclistas representan una proporción significativa de las víctimas fatales en las carreteras nicaragüenses.
Implicaciones operativas
La aplicación de estos nuevos parámetros significa que los conductores deben ajustar sus hábitos de manejo para evitar sanciones económicas. Las multas por incumplimiento ya están en marcha y alcanzan los 2,500 córdobas, una cifra considerable que puede impactar significativamente en la economía familiar.
Los profesionales del volante enfrentan un panorama más complejo, ya que deben recalcular sus tiempos de recorrido y ajustar sus operaciones comerciales a las nuevas exigencias de velocidad. Esto resulta particularmente relevante para el sector del transporte de carga, donde los márgenes de tiempo son cruciales para la rentabilidad.
Controversia normativa
La implementación de estos límites genera interrogantes sobre la coherencia entre la normativa legal y la práctica administrativa. Mientras la Ley 431 para el Régimen de Circulación Vehicular establece ciertos parámetros, las autoridades policiales han optado por aplicar criterios más restrictivos sin modificar formalmente el marco legal.
Esta situación puede generar confusión entre los conductores, quienes podrían asumir que los límites legales siguen siendo los establecidos en la legislación, sin percatarse de que los criterios de sanción han cambiado.
Perspectiva de seguridad vial
Desde el punto de vista técnico, la reducción de velocidades puede contribuir a disminuir la gravedad de los accidentes viales. Las estadísticas internacionales demuestran que existe una relación directa entre la velocidad de impacto y las probabilidades de supervivencia en caso de colisión.
Sin embargo, los especialistas en seguridad vial señalan que el control de velocidad debe ser parte de una estrategia integral que incluya mejoras en infraestructura, señalización adecuada y educación vial. La efectividad de las medidas restrictivas depende en gran medida de la capacidad de fiscalización y de la comprensión ciudadana sobre la importancia de respetar los límites establecidos.
Reacción ciudadana
La implementación de estos nuevos criterios ha generado diversas reacciones entre la población. Mientras algunos sectores respaldan las medidas como necesarias para reducir la mortalidad vial, otros expresan preocupación por el impacto económico de las multas y la falta de claridad en la comunicación oficial sobre los cambios.
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