A pesar de la fuerte represión y censura impuesta por el régimen Ortega-Murillo, el periodismo de investigación en Nicaragua sigue siendo un bastión esencial para la democracia y la lucha contra la corrupción. Pero la frecuencia con la que se publican investigaciones de calidad, resulta cada vez más comprometida por los riesgos que representa el entorno político actual y el desafío de sostenibilidad de los medios.
La persecución, el exilio forzado de periodistas, el cierre de medios críticos, la autocensura, el espionaje, la criminalización y la precariedad misma de las redacciones actuales limita las posibilidades de dedicarse a este género informativo tan complejo.
Es por la denuncia valiente de fuentes y el riesgo que asumen los periodistas investigativos que aún se siguen exponiendo los abusos de poder, la malversación de fondos públicos y las violaciones de derechos humanos.
“Un tema que es muy importante para la salud de la democracia no solo en Nicaragua, sino en toda la región, es el periodismo de investigación, que es un servicio a la ciudadanía, porque de esta forma la gente se entera de las cosas que el poder no quiere que se sepan”, sostiene Octavio Enríquez, quien tiene 25 años de trayectoria periodística, dedicando una buena parte de su carrera al periodismo de investigación.
Aunque Enríquez reconoce que «en periodismo de investigación siempre ha sido poca la producción» porque requiere de muchos recursos económicos y personal especializado, es obvio que bajo el actual contexto «disminuye aun más».
Siendo este el panorama, considera que es destacable que se sigan encontrando métodos para develar la corrupción y reinventar las formas de escudriñar al poder a pesar de no estar ni siquiera dentro del país. “Hay un mérito enorme en no callar y creo que eso es digno de celebrarse”, indica.
Los peores tiempos para hacer periodismo
Un periodista que también tiene una amplia trayectoria realizando investigaciones premiadas internacionalmente, explicó bajo la condición de anonimato por temor a represalias, que el gremio está enfrentando a un régimen que es enemigo de todo tipo de periodismo, principalmente el de investigación, porque fragmenta más el hermetismo y control absoluto que han pretendido imponer.
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“Son tiempos difíciles, los más difíciles que pueden haber existido en la historia del periodismo de investigación, pero creo que aunque el futuro sea gris, siempre van a haber periodistas que van a persistir en esa labor fiscalizadora y de contar los entretelones del poder”, nos dice.
Expresa que seguir haciendo periodismo de investigación en este difícil panorama va a requerir una enorme fuerza de voluntad de los medios de comunicación, y cree que estos deben decidir «qué es lo que más le interesa, ser un medio que esté alimentando de contenido cualquiera, desechable o un medio que quiera ser reconocido por su constancia, veracidad y principalmente por su perseverancia para contar aquellas historias complejas que al poder le interesa mantener ocultas». Aunque reconoce que el factor económico ciertamente incidirá mucho en esas decisiones editoriales.
Un sistema nulo de transparencia, pero desafiado
Este periodista que ha pasado por varios medios de comunicación importantes en Nicaragua, sostiene que “estamos en un sistema de cero transparencia, cero acceso a la información, cero apertura a las fuentes oficiales”, por lo que no es poca cosa que aun siga habiendo piezas investigativas del periodismo nicaragüense premiadas en importantes concursos internacionales.
“Hemos visto buenas investigaciones que han sido premiadas afuera, como el caso de la que presentó Nicaragua Investiga el año pasado en la Colpin, sobre los contratos de las empresas de seguridad, que se lograron en circunstancias extremas”, comentó el periodista bajo anonimato.
Dos investigaciones periodísticas realizadas en alianza por Nicaragua Investiga, Artículo 66 y Darío Medios, recibieron menciones especiales durante la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (COLPIN) de 2024. Los autores que llevaron a cabo estas investigaciones, que destacaron a Nicaragua en Madrid, España, ante más de 400 periodistas provenientes de 24 países, se encuentran actualmente exiliados.
Medios como Confidencial, Divergentes y La Prensa también continúan haciendo destacadas y premiadas investigaciones.
Un día de fiesta marcado por la represión y el exilio
El Día Nacional del Periodista, que se celebra este 1 de marzo de 2025, “que debería ser un día de fiesta para los periodistas nicaragüenses, está marcado por la represión, el exilio y las desapariciones forzadas”, Artur Romeu, Director, Reporteros Sin Fronteras de América Latina.
“Mientras centenares han huido del país, otros se enfrentan a la cárcel o siguen desaparecidos tras haber sido señalados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo”, añadió Romeu.
Guillermo Medrano, representante de la Fundación para la Libertad de Expresión y la Democracia (FLED) señala que en total registran 283 , periodistas exiliados hasta finales de 2024, aunque reconoce que es probable que haya un alto subregistro porque no todos se atreven a publicar su situación por seguridad.
Además, hay 4 periodistas en situación de desaparición forzada: Fabiola Tercero, Esbelth de Anda, Irvin Guerrero y Leo Cárcamo.
«La situación del periodismo en Nicaragua es una de las más críticas en Latinoamérica», dice Medrano, que explica que la mayor prueba de esa afirmación es la «ausencia casi total de prensa independiente dentro de Nicaragua, porque han sido cerrados, confiscados o forzados al exilio».
«El periodismo es un pilar fundamental para el debate público, el acceso a la verdad y el fortalecimiento de una ciudadanía informada que tome mejores decisiones de vida», indica Medrano.
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Esta reserva de periodistas investigativos que aún sigue poniendo la lupa sobre la corrupción están pagando los costos de haber elegido este camino, pero sienten satisfacción de saber que por ahora, es el espacio que ofrecen los medios independientes el único que permite la denuncia, la documentación y la fiscalización.
«Ahora toda mi familia, mis hijos, mi esposa, todos estamos en el exilio», dice Octavio Enríquez desde una videollamada que nos permitió esta entrevista y que nos conectó a él desde otro continente, a donde tuvo que huir tras las amenazas que se vinieron contra él tras haber enviado una consulta a Rosario Murillo en busca de integrar a una investigación la versión del régimen.
Nicaragua Investiga
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