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Fidel Moreno, el frío ejecutor de funestas órdenes

Moreno fue quien en el 2018 transmitió a los secretarios políticos del FSLN la cruel orden «Vamos con todo», cuyas consecuencias fueron más de 320 asesinatos.

Foto de: El 19 Digital.

Desde el 2009 Managua ha tenido tres alcaldes: Alexis Argüello, Daysi Torres y Reyna Rueda, pero una sola persona al mando: Fidel Moreno, un hombre cuya lealtad a Rosario Murillo no admite dudas, y que desde julio del 2018 figura en la nada honrosa lista de sancionados por Estados Unidos por graves violaciones a los derechos humanos.

No es un hombre exaltado que vocifere en público como Gustavo Porras o Wilfredo Navarro. Todo lo contrario, cuando se dirige a los medios de comunicación oficialistas lo hace con parsimonia.

Hijo de un embajador sandinista

Tiene 47 años. Vino al mundo un 26 de febrero de 1974 en la ciudad de Estelí, al norte de Nicaragua.

Su padre, Emilio Moreno Gutiérrez, fallecido en el 2010, fue embajador en Argelia y Alemania durante el régimen militar del FSLN en los años ochenta.

A muy temprana edad se lanzó a la política, siendo entre otras cosas miembro de la Asociación de Niños Sandinistas “Luis Alfonso Velásquez Flores”, de la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES) y de la Juventud Sandinista 19 de Julio (JS).

Posteriormente en 1998 y 2001 fue electo vicepresidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), una organización conocida por sus violentas protestas en contra de los gobiernos liberales.

En esos tiempos, a diferencia de ahora, sí era proclive a los discursos políticos encendidos,  lo que le valió ser incorporado al Consejo Sandinista Nacional, y en el 2001 ganar un escaño en la Asamblea Nacional, cargo en el que estuvo hasta el 2006.

Su facilidad de palabra y su carisma, hacía indicar que podía tener un futuro político prometedor en cargos de elección popular, pero Moreno nunca más figuró en ninguna boleta. Daniel Ortega y Rosario Murillo le tenían preparadas otras «responsabilidades» que a la postre resultarían en hechos funestos para Nicaragua.

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Una casa de 300 mil dólares con una salario de 3,000

Con el retorno de Ortega al poder en enero del 2007, fue llamado a dirigir el Instituto Nicaragüense de la Juventud (Injuve). De allí fue trasladado a mover los hilos de la Alcaldía de Managua, con el cargo de Secretario General.

En el 2009 se vio envuelto en un gran escándalo cuando el diario La Prensa reveló que había comprado en abril una casa de 300 mil dólares en el exclusivo residencial Altos de Santo Domingo. Fidel devengaba, según el diario, un salario de apenas 3,000 dólares mensuales.

En 2009 el periodista de investigación Octavio Enríquez, junto a Roberto Mora descubrieron una lujosa residencia de Fidel Moreno. Foto tomada de LP

El «alcalde» de Managua

Con pocos meses en el cargo, el alcalde Alexis Argüello se quitó la vida el 1 de julio de ese año. Luego de eso, en el Concejo Municipal el PLC y el FSLN transfirieron al Secretario General los poderes que le correspondían al alcalde. Daysi Torres asumió como alcaldesa, cargo que ocupó hasta el 2018, pero en la práctica Fidel Moreno era quien tomaba todas las decisiones. Torres era una especie de alcaldesa de protocolo, como lo es en la actualidad su sucesora, Reyna Rueda.

En la alcaldía capitalina, Fidel se convirtió en un hombre para todo. Si había alguna inundación en Managua, Fidel salía a medianoche a realizar recorridos por los barrios acompañado de toda la maquinaria propagandística. Si Rosario Murillo ordenaba hacer un recorrido por algún proyecto emblemático, no importaba que asistiera la alcaldesa: el que sabía y el que iba a hablar las cosas importantes era Fidel. Daysi Torres sabía su rol.

Desde la Alcaldía de Managua, Fidel se convirtió en un importante operador político de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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La toma de #OcupaInss

En el año 2013 el gobierno sandinista debió enfrentar una situación complicada cuando miles de ancianos se lanzaron a las calles exigiendo una pensión reducida de vejez. Se trataba de la Unidad Nacional del Adulto Mayor (UNAM), la única que verdaderamente había puesto en jaque a los Ortega Murillo. Apalearlos, como sucedía con otros grupos, podía tener un costo político muy alto.

La protesta fue ganando apoyo entre la población y muchos jóvenes se unieron a los ancianos y se apostaron en las afueras del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) en lo que se conoció como #OcupaInss.

Ortega y Murillo vieron la bola de nieve y decidieron pasar a la acción. El designado fue Fidel Moreno.

Una investigación de Confidencial reveló que la noche del 21 de junio del 2013 se realizó una reunión en la que estuvo Fidel; la diputada sandinista Jenny Martínez; el viceministro de Educación, José Treminio; y Bosco Castillo, coordinador de la JS y Ministro de la Juventud.

Allí se planificó el desmantelamiento de la protesta.

De acuerdo al reportaje, el único que se opuso fue Treminio, ya que eso “no le convenía a la imagen del gobierno”.  Fidel Moreno aclaro que eran órdenes “de arriba” y que había que “cumplirlas”. No había más qué discutir.

Horas después, ya de madrugada, camiones de la Alcaldía de Managua trasladaron a turbas sandinistas hacia las instalaciones del INSS y procedieron a desalojar a golpes a quienes protestaban.

Las turbas no solo golpearon y asaltaron a los manifestantes sino que robaron vehículos, los cuales nunca aparecieron.

Así finalizaba la protesta que tantos dolores de cabeza había provocado a la pareja presidencial. Era 22 de junio.  Rosario Murillo estaba de cumpleaños.

Superministro y todólogo

Sin embargo, Fidel no solo es el administrador de la comuna y un hombre de “acción” para aplacar protestas, valiéndose de su control sobre los dirigentes de la JS. También está considerado algo así como «un superministro», con gran influencia en otras dependencias del gobierno como por ejemplo el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) y el Sistema Nacional de Atención y Prevención de Desastres (Sinapred).

Al mejor estilo de Rosario Murillo, Fidel es una especie de “todólogo”, involucrado en materias muy dispares, pudiendo hablar y manejar proyectos de infraestructura, coordinar un acto político, una actividad recreativa de la JS o bien fungir como dirigente deportivo.

Algunas personas desconocen que durante nada más ni nada menos que 14 años fue presidente del Real Estelí, uno de los clubes de fútbol más importantes y con más poder económico de Nicaragua. Moreno había asumido el cargo en el 2004 hasta que renunció en agosto del 2018. La separación se dio un mes después de que el dirigente sandinistas fue sancionado por Estados Unidos, lo que complicaba al club, ya que Moreno estaba relacionado con los movimientos financieros, fichajes y ventas de jugadores, explicó en ese entonces El Nuevo Diario.

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Transmitió la cruel orden del “Vamos con todo”

Su influencia en todo el aparato partidario y la confianza que le tiene Rosario Murillo está más que demostrado: Fidel es el Secretario de Organización del FSLN.

Ligia Gómez, exgerente de Investigaciones Económicas del Banco Central (BCN), dijo a Confidencial que durante cuatro años en que fungió como secretaria política del Consejo de Liderazgo Sandinista en esa institución, recibió órdenes de Rosario Murillo a través de Fidel Moreno y del presidente del BC, Ovidio Reyes.

Gómez fue quien reveló en declaraciones periodísticas que al iniciar las protestas antigubernamentales del 2018, fue el propio Moreno el que transmitió la orden de reprimirlas.

Eso ocurrió el 19 de abril en el auditorio del parque japonés. Fidel Moreno bajó a los secretarios políticos la orden de Murillo de que iban “con todo”. Las consecuencias de esa orden fueron más de 320 muertos, miles de heridos, torturados, encarcelados, más de 100 mil exiliados, la instalación de un estado policial en Nicaragua y la supresión de los más elementales derechos constitucionales.

El número tres

En el FSLN nadie se atreve a criticar a Fidel Moreno. El ser considerado como el «número tres» (Ortega y Murillo son los dos primeros), le confiere una aureola de intocable y cada palabra suya es como si la estuviera diciendo la mismísima vicepresidenta.

Uno de los pocos que sí lo ha criticado públicamente es el polémico excombatiente sandinista Marlon Sáenz, conocido como Chino Enoc. En septiembre del 2020 acusó a Fidel Moreno, secretarios políticos y resto de nombramientos hechos en el FSLN, de ocupar cargos ilegalmente.  “El nombramiento del compañero Fidel Moreno es ilegal porque es el de organización, es el tercero al mando, entonces es el Consejo Nacional (es el que lo debería nombrar) y al Consejo Nacional solo puede elegirlo el Congreso) y el Congreso tiene años que no se reúne por un lado y por otro lado la Asamblea Sandinista tiene que reunirse por lo menos dos veces al año y no se ha reunido desde hace años”, explicó.

El Chino se declara leal a Ortega, pero mantiene una posición crítica hacia Rosario Murillo y su grupo, a los que llama «sandinistas light».

Fidel Moreno es leal a Murillo, pero sus servicios al FSLN, en el que se formó desde muy niño, lo que menos tienen es de light.

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