Tras décadas de lucir su uniforme verde olivo, 11 coroneles, tenientes coroneles y tenientes primero del Ejército de Nicaragua le dijeron adiós este lunes a su carrera militar.
Estos altos oficiales fueron enviados a retiro en una ceremonia presidida por el Jefe del Ejército, general Julio César Avilés Castillo, y Jefe del Estado Mayor General, Mayor General Bayardo Ramón Rodríguez Ruiz.
Para un analista político que prefiere hablar bajo anonimato, es normal que en un ejército ocurra un proceso de relevo, para actualizar y “vigorizar” a la institución, “porque usualmente los oficiales ya alcanzaron la edad de retiro y aquellos cuyo talento no da para más, sean los candidatos idóneos para pasar al retiro”.
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“Un proceso taponeado”
Aunque resalta que en el caso de Nicaragua ese proceso ha sido “taponeado” por decisión de Daniel Ortega, como uno de los mecanismos de control de la lealtad de los militares.
“Desde hace años el actual jefe del Ejército debió pasar a retiro, pero no ha ocurrido por decisión de Ortega. Lo mismo ocurre con una tanda de generales alrededor del general Avilés. Entonces son las generaciones de coroneles, mayores y capitanes los que deben salir para que la tanda de viejos que hoy manda el ejército siga en sus puestos”, añade.
Señala que “tal cuestión es insana e ilegal porque contraría la esencia misma de los objetivos del relevo que naturalmente debería de ocurrir en el Ejército de Nicaragua”.
Relevo vs. depuración
En dicha ceremonia Avilés condecoró con la Medalla Honor al Mérito del Servicio Cumplido en Primera Clase y Segunda Clase a los 11 oficiales por sus méritos militares.
Otro analista nicaragüense añade que “esos movimientos además de tener un carácter institucional, llevan un componente de depuración, ya que es muy difícil pensar que dentro del ejército no haya inquietudes de oficiales sobre lo que está sucediendo en Nicaragua”.
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