El diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez expuso las supuestas bondades económicas para Nicaragua que significan los acuerdos de cooperación económica y comercial que se firmaron con Irán esta semana, a pesar de que analistas han explicado que, por el contrario, esa alianza con los iraníes no traerá ningún beneficio para los nicaragüenses, sino más bien pobreza y peligros.
Según Gutiérrez, durante la reciente visita al país del presidente iraní, Ebrahim Raisi, se firmaron acuerdos que abren las puertas a la multipolaridad y diversificación del mercado exportable.
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Gutiérrez habló hasta de un posible Tratado de Libre Comercio con Irán, de quienes afirmó que tienen mucha capacidad y potencial para invertir y están a la vanguardia de la tecnología de última generación, lo que tiene gran interés para Nicaragua.
“Impulsar una agenda común de inversiones que vengan a potenciar el salto de calidad en el crecimiento económico de Nicaragua, con proyectos muy importantes de carácter financiero e infraestructura”, manifestó Gutiérrez, según la oficialista Radio La Primerísima.
El primer acuerdo con Irán tiene que ver con la creación de la comisión mixta intergubernamental para la cooperación económica, comercial y el intercambio científico-técnico entre ambos países. El segundo está relacionado con el ámbito judicial y el trabajo de la Corte Suprema de Justicia de Irán y de Nicaragua. Y el tercero trata sobre medicinas, equipos y suministros médicos de laboratorios y farmacéuticos entre los ministerios de Salud de ambos países.
Ayudar a mantener la dictadura
El economista Enrique Sáenz y el analista político Arturo McFields ya advirtieron que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo intenta ocultar que el verdadero interés de esas relaciones con la República Islámica de Irán es ayudar a la dictadura a mantenerse en el poder.
Una muestra de que esos acuerdos son inviables, aseveró Sáenz en un artículo de opinión, es la dificultad que representan las distancias y la falta de rutas comerciales y de infraestructura logística.
Sáenz no descartó que, ante los obstáculos que representan las sanciones, uno de los objetivos de Ortega más bien sea usar a Irán para realizar “transacciones financieras oscuras” de sus negocios en los sectores de electricidad, combustible, oro y otros.
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El peligro de Irán
Sáenz destacó que Irán es un aliado que más bien compromete a Nicaragua en la región porque mantiene una disputa belicosa con los Estados Unidos y Ortega se presta a un juego en el que Irán necesita bases en América Latina que le ayuden en su conflicto con la potencia norteamericana.
McFields agrega que Ortega se ha ofrecido para ser “la plataforma de Irán” en Centroamérica y hasta ha defendido programas nucleares de los países asiáticos, indicó en un artículo de opinión.
“La presencia de Irán no trae nada positivo para Latinoamérica. Nada. Estas giras buscan empoderar a los dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela, impulsar negocios turbios y hacer geopolítica de alto voltaje”, manifestó McFields.
Sáenz recordó que en 2007 llegó a Nicaragua el entonces presidente iraní Mahmud Ahmadineyad y también se habló de acuerdos, inclusive, de resucitar la construcción de la refinería El Supremo Sueño de Bolívar, pero no se cumplieron esas promesas.
“Salvo la construcción de una policlínica de salud en un barrio de Managua, lo demás fue humo en las manos”, plasmó Sáenz en un artículo de opinión
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