La dictadura mantiene un completo desorden con la situación de la Universidad Nacional Casimiro Sotelo. Tras una semana de haber sido confiscadas las instalaciones de la UCA, aún existen contradicciones sobre cómo funcionará y será financiada la nueva casa de estudios superiores.
Apenas ayer indicaron que esta sería «autofinanciada» y hoy en una publicación de La Gaceta, informan que esto fue un error y que su funcionamiento será «financiado con el presupuesto del Estado de Nicaragua».
El problema sobre el financiamiento de esta universidad no es de ahora, se remonta hasta el 31 de marzo de 2022, cuando la Asamblea Nacional controlado por el oficialismo reformó la Ley General de Educación y la Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior.
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En dichas reformas quedó excluida como miembro del Consejo Nacional de Universidades (CNU), la hasta hace una semana, Universidad Centroamericana (UCA), tras esa exclusión se le dejó de asignar la partida presupuestaria correspondiente al 6% constitucional que se entrega a las universidades.
Posteriormente, la partida presupuestaria que se le entregaba a la UCA pasó a la Universidad Internacional Antonio de Valdivieso (UNIAV), antes Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería (EIAG) de Rivas. Desde entonces los jesuitas se vieron en problemas financieros para seguir apoyando a un buen número de estudiantes becados que se beneficiaban del 6 %.
Una universidad difícil de sostener
Al confiscar la universidad de los jesuitas, el régimen no solo se enfrenta a sostener económicamente a una casa de estudios superiores con una comunidad estudiantil de más de 5 mil jóvenes, sino a una promesa de «gratuidad» que parece ser insostenible, pese a que un buen número de exalumnos de la UCA no quieren continuar sus carreras en la Casimiro Sotelo bajo el adoctrinamiento político.
La gratuidad o no de la educación en la Universidad Nacional Casimiro Sotelo es un debate que se ha llevado durante toda una semana y en la que ha habido contradicciones entre las autoridades universitarias, la presidenta del Consejo Nacional de Universidades (CNU), Ramona Rodríguez; y la misma vicepresidenta de la República Rosario Murillo.
En un primer momento Rosario Murillo indicó en una de sus alocuciones diurnas, que en la Universidad Nacional «Casimiro Sotelo Montenegro» se daría continuidad a las clases de los exUCA con «el menor costo posible». Esto mientras por otro lado, la presidenta del CNU y el mismo rector de la «nueva universidad» insistían en que sería «gratuita».
Al día siguiente Ramona señaló que los estudiantes solo harán “pagos simbólicos” y ejemplificó con el procedimiento que se aplica en la UNAN-Managua. La certificación publicada en La Gaeta – Diario Oficial este jueves 24 de agosto, sustentó las palabras de la presidenta del CNU, el documento indicaba textualmente que la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro “operará de forma autofinanciada”, es decir, no sería “gratis”.
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Y cuando el tema parecía estar claro, este viernes el CNU publicó en el Diario Oficial una «fe de errata» en el que modifican el acuerdo uno, que ahora se leerá así: «Aprobar la creación, autorización y funcionamiento de la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro, con el lema ¡Revolucionando la Conciencia Llegamos a la Libertad! Su funcionamiento será financiado con el presupuesto del Estado de Nicaragua.
Se desconoce por ahora si dicha universidad será integrada al grupo que reciben partidas presupuestarias del 6 % o si se hará de manera directa desde el Presupuesto General de la República.
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