En su acostumbrada alocución de mediodía, Rosario Murillo anunció que los próximos 21 y 26 de febrero, la Asamblea Nacional de mayoría oficialista hará una sesión solemne en Niquinohomo y Monimbó para conmemorar el natalicio de la figura máxima del partido de gobierno, Augusto C. Sandino.
Murillo informó que se planea realizar «una cantidad de actividades culturales, festivales, desfiles, cantos, música de los coros estudiantiles y luego pasamos a la conmemoración de Monimbó, y ayer decíamos, será declarado, el Día Nacional de las Artes y la Cultura Popular, esa heroica comunidad indígena, porque Monimbó es Nicaragua jodido».
Para este tipo de eventos Daniel Ortega suele asistir, sin embargo aún no está confirmada su presencia en Niquinohomo ni en Monimbó aunque no se descarta, lo cual para el excarcelado político de Masaya, Yubrank Suazo, la presencia de la pareja presidencial en Masaya «es una ofensa, un insulto para las familias de los asesinados» y prevé que la reacción de los masayas sea cerrar sus puertas y no asistir al evento, tal y como sucedió con el repliegue en 2019.
«El pueblo va a cerrar sus puertas en un acto de repudio» dice Suazo quien también opina que con estas acciones, Ortega y Murillo buscan «congraciarse con el pueblo, pero finalmente lo únicamente que hacen es revivir el sufrimiento». El joven agrega que Masaya no necesita festivales como el que pretende llevar Murillo, y que la mejor forma de honrar a esta ciudad «es que haya justicia para las víctimas directas, que paguen los asesinos materiales e intelectuales de todos los asesinados».
El excarcelado también destaca que Masaya, y en particular la placita de Monimbó se mantiene bajo asedio de oficiales antimotines de la Policía Nacional y paramilitares del FSLN, al igual que otros municipios cercanos a la ciudad como Niquinohomo.
Masaya fue una de las ciudades más atacadas durante los días más violentos de la represión estatal, cuando era ejecutada la «Operación Limpieza». En aquel entonces, el jefe de la delegación policial de Masaya era el comisionado Ramón Avellán, sancionado por Estados Unidos y señalado de ser responsable de al menos 107 muertes. En aquellos dìas, el mismo comisionado Avellán declaró a medios de comunicación oficialistas que la orden que habría recibido por parte de Daniel Ortega era levantar los tranques a cualquier costo.
- Foto principal: Donaldo Hernández- Archivo
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