En lo que va del año, los ataques contra la Iglesia católica y evangélica han aumentado, sumando más de 200 agresiones de parte del régimen sandinista, según advirtió la abogada Martha Patricia Molina, en su cuarto informe de la investigación titulada «Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?».
Hasta el mes de agosto, 34 religiosos católicos han tenido que abandonar su misión pastoral en Nicaragua, en medio de asedio, confiscaciones y encarcelamientos de religiosos.
Si bien, el año 2022 mostró un tendencia preocupante con 171 embestidas contra la Iglesia católica, los primeros ocho meses de este año tiene un registro de 205 agresiones.
Esto «evidencia que el presente año es más funesto que los anteriores», señaló Molina al presentar el informe el miércoles 4 de octubre.
151 religiosos víctimas de la represión
Molina detalló que, desde abril de 2018 hasta agosto de 2023, un total de 151 religiosos católicos han sido víctimas de destierro, exilio, prohibición de entrada y expulsiones.
La mayoría de los perjudicados son monjas (83), seguido de religiosos (68), incluyendo el nuncio apostólico y el obispo Rolando Álvarez, actual reo de conciencia de la dictadura.
Hasta agosto, el régimen expulsó a 76 monjas de distintas congregaciones y a seis sacerdotes.
También prohibió la entrada a 30 religiosos y despojó de su nacionalidad nicaragüense a 19 religiosos. En medio de la persecución, 31 miembros de la Iglesia han sido forzados al exilio.
«El comportamiento reflejado durante los tres últimos años demuestra un incremento estrepitoso (de represión)», manifestó Molina.
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En los últimos cinco años, la Iglesia ha sido blanco de 667 agresiones, principalmente contra los miembros de la Arquidiócesis de Managua, seguida de la Diócesis de Matagalpa, que preside el monseñor Rolando Álvarez, preso político de la dictadura; y la de Estelí, también administrada por el obispo.
Actualmente, la Iglesia católica está bajo investigación, según el régimen, el cual la acusa de supuesto lavado de dinero. Las cuentas bancarias de la Iglesia se encuentran bloqueadas al tiempo que más oenegés religiosas son cerradas y sus edificios, confiscados.
«El impacto económico causado por estos ataques es incalculable», indicó Molina.
Continuarán detenciones contra sacerdotes
El régimen de Ortega mantiene presos a 11 sacerdotes de la Iglesia católica. Sin embargo, Molina no descarta que las detenciones arbitrarias continúen en este mes.
Según sus fuentes, hay orden de captura contra tres sacerdotes católicos, cuya diócesis no detalló por razones de seguridad de los religiosos.
Represión contra la Iglesia evangélica
Pese a la cercanía entre líderes de la iglesia evangélica con Daniel Ortega y Rosario Murillo, la dictadura no ha escatimado en atacarla. En los últimos cinco años, ha ejecutado un total de 70 agresiones contra los evangélicos.
«En el año 2022 se incrementó el número de hostilidades a 20 y en el transcurso de 2023 se han conocido de 29 agresiones«, detalló la investigadora.
«En 24 ocasiones se ha asediado y reprimido a pastores evangélicos, a sus familiares y fieles, quienes han sido encarcelados, procesados, exiliados, perseguidos por policías y paramilitares y también se le ha impedido el ingreso al país», dijo.
Pastores han huido
A momento, 21 pastores han tenido que huir al exilio y a tres se les ha prohibido el ingreso al país.
«El golpe más contundente propinado por la dictadura Ortega-Murillo a la comunidad Cristiana Evangélica ha sido el cierre arbitrario de la Asociación Misión Cristiana Verbo que se conformaba por una red de 27 iglesias evangélicas», detalló.
Según el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, 240 organizaciones evangélicas han sido canceladas.
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