Ortega manda a aprobar TLC entre Nicaragua y China

La iniciativa de Decreto Legislativo de Aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Nicaragua y China fue presentada este martes ante la Asamblea Nacional para su respectiva consulta y aprobación en los próximos días.

El documento presentado por el dictador Daniel Ortega indica que el tratado prevé el marco jurídico para fomentar la expansión y diversificación del comercio entre ambos países. Sin embargo, no muestra a detalle qué acordaron las partes.

Con el TLC, el régimen de Ortega promete mejorar las cifras de intercambio comercial con el país asiático que el año pasado sumaron apenas 760 millones de dólares, un número muy por debajo de lo logrado con Estados Unidos, cuyas exportaciones totalizaron 5,728 millones de dólares.

Alcaldía de Managua le da más de 3 millones de córdobas a empresa de Wang Jing

En el anteproyecto se señala que se eliminarán los aranceles a algunos productos los cuales no aparecen detallados.

Para ello, las partes establecieron «Listas de Compromisos Arancelarios» los que regirán la eliminación progresiva de los aranceles en un plazo mínimo de 5 años y un máximo de 15 años para una liberación total del comercio de un poco más del 95 por ciento.

De forma escueta señala que los productos serán identificados en dos categorías: A la categoría «A (0)» se les eliminará por completo el arancel al momento de entrada en vigor del tratado.  A los de la categoría «E» que quedaron excluidos del tratado se les aplicará el arancel establecido como tasa base en las Listas de ambas partes.

Nicaragua está en «proceso de colonización» de China con Wang Jing dentro, dicen economistas

Añade que la carne de bovino, lácteos, huevos, hortalizas, frutas, café, trigo, cereales, harina de trigo, soya, maní, semillas oleaginosas, aceites, embutidos, azúcar, cacao y subproductos, preparaciones alimenticias, alcohol etílico, ron, madera y sus manufacturas, deberán ser producidos enteramente en el territorio para ser considerados como productos originarios y gozar de las preferencias arancelarias del tratado.

Previo al TLC, ambos países firmaron el Acuerdo de Cosecha Temprana para permitir la entrada de 78 productos chinos libre de impuestos a Nicaragua, y la exportación de 66 productos nicas a China en las mismas condiciones.

Prometen posicionar sector tabacalero

El régimen nicaragüense afirma que al margen de la negociación del TLC se promovieron contactos entre la empresa nacional China Tobacco Corporation y la Cámara Nicaragüense de Tabacaleros con el fin de «alcanzar un acuerdo marco comercial de compra y venta de tabaco y subproductos por un monto de 3 millones de dólares anuales en tabaco en rama y puros».

Según el régimen, las exportaciones de tabaco nicaragüense han logrado posicionarse en el mercado chino alcanzando el 5.7 por ciento de las ventas totales a ese país.

Las partes también se comprometieron a reducir los tiempos de espera en el proceso de importación y exportación lo que, según, «beneficiará a las empresas y a los consumidores al tener acceso a una mayor variedad de productos a precios más competitivos».

«Un TLC no sustituirá a otro»

El diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez, presidente de la Comisión Económica, defendió el tratado internacional afirmando que el mismo «garantiza la libre competencia, un buen régimen de aduana, respeta las reglas de origen, las reglas sanitarias y fitosanitarias».

Gutiérrez aprovechó para declarar que el tratado entre Nicaragua y China «no se mete en otros factores hasta decirte qué ley debes aprobar», en referencia a los acuerdos comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea que incluye una cláusula democrática.

Sin embargo, el parlamentario reconoció que el régimen «no está pensando que un Tratado de Libre Comercio vaya a sustituir a otro, sino que deben ser complementarios», sin mencionar a qué acuerdos se refería.

El Decreto Legislativo de aprobación para el TLC fue remitido a la Comisión de Producción, Economía y Presupuesto para su respectivo proceso de consulta y dictamen. El régimen prevé que el tratado entre en vigencia en enero de 2024.