El diputado sandinista y segundo secretario de junta directiva de la Asamblea Nacional, Wilfredo Navarro, refirió este martes 21 de noviembre, ante medios de comunicación oficialistas, que el régimen Ortega-Murillo decidió salirse de la Organización de Estados Americanos (OEA) porque les estaba “causando perjuicio”.

Navarro aseguró que el régimen sandinista era víctima dentro de la OEA, una organización hemisférica que desde el 2018 ha venido condenando las violaciones a los derechos humanos y la persecución política en Nicaragua. Sin embargo, el legislador tiene otra lectura al respecto.

“Por no someterse a las voluntades del imperio, fuimos agredidos y tratados como ciudadanos de segunda clase dentro de la organización… decidimos salirnos de una organización que no tenía ningún beneficio para Nicaragua y que solo le estaba causando perjuicio, porque cuando se reunían solo era para hablar de Nicaragua, ahora yo no sé a quién van a tomar como piñata”, señaló Navarro, quien hasta antes de convertirse en defensor del gobernante FSLN era un ferviente opositor desde las filas del Partido Liberal Constitucionalista (PLC).

EEUU advierte a dictadura de Nicaragua que las sanciones continuarán

Pese a decir que la OEA estaba «causando perjuicio» al país, Navarro manifestó que las resoluciones que de vez en cuando se emiten “son papel mojado”.

Virulentos ataques a la OEA

El diputado sandinista no es el único que ha lanzado virulentos ataques contra la OEA, también lo ha hecho el mismo dictador Daniel Ortega y recientemente el Canciller Denis Moncada Colindres a través de un comunicado, en el que llaman infame al organismo interamericano, además de acusarlo de «injerencista» e «instrumento de intervención» del gobierno de Estados Unidos.

“La OEA continúa siendo el Ministerio de Colonias diseñado y organizado por el poder norteamericano para encubrir y justificar sus acciones agresivas, violatorias del derecho Internacional contra los pueblos y gobiernos progresistas y revolucionarios de América Latina y el Caribe”, manifestó el lunes la administración Ortega-Murillo en el comunicado, en el que agregan que con la salida de la OEA cierran un “capítulo nocivo”.

Sin embargo, contrario a lo que la dictadura y su séquito afirman, la OEA y sus países miembros dicen que continuarán pendiente de la situación de Nicaragua y que vigilarán y darán seguimiento a cada una de las acciones violatorias a los derechos humanos y al estado de derecho que el régimen realice en contra de los ciudadanos nicaragüenses.

Incluso naciones como Estados Unidos preparan un nuevo paquete de sanciones para funcionarios y empresas ligadas al régimen.

“Estados Unidos y la OEA van a seguir, a pesar que Nicaragua no tiene su asiento en la OEA, no vamos a abandonar al pueblo nicaragüense. Vamos a seguir llamando la atención a la situación, la falta de democracia, la falta del estado de derecho”, expuso el embajador y representante permanente de los Estados Unidos ante la OEA, Francisco Mora, en una conferencia de prensa.