Este domingo 19 de noviembre Nicaragua salió oficialmente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el régimen de Daniel Ortega ha emitido este lunes un mensaje en el que lanza una serie de impromerios contra el organismo regional.
El mensaje está firmado por el canciller sandinista Denis Moncada Colindres, y en este se dejan a un lado los términos diplomáticos y se recurre a los insultos de los que el régimen nicaragüense hace uso de manera profusa en contra de los gobiernos y organismos que critican la falta de democracia y violaciones a los derechos humanos en el país centroamericano.
«Nicaragua ya no tiene ninguna relación, ya no somos miembros de ese infame organismo llamado OEA», dice el comunicado.
Nicaragua sale de la OEA; EEUU mantendrá presión sobre Ortega y no descarta futuras sanciones
El régimen Ortega denunció la Carta de la OEA en noviembre del 2021, pero según los estatutos una vez hecho eso, deben pasar dos años para hacerse efectiva la salida. Pese a eso, la dictadura nicaragüense desde entonces se deslindó completamente del organismo y hasta les confiscó las oficinas que tenía en Managua.
En la comunicación de este lunes, acusa a la OEA de ser «injerencista» y un «instrumento de intervención» del gobierno de Estados Unidos.
«La OEA continúa siendo el Ministerio de Colonias diseñado y organizado por el poder norteamericano para encubrir y justificar sus acciones agresivas, violatorias del derecho Internacional contra los pueblos y gobiernos progresistas y revolucionarios de América Latina y el Caribe», afirma.
«Nicaragua se encuentra en el área estratégica centroamericana donde Estados Unidos proyecta una geopolítica imperial», asegura el régimen sandinista.
Enr relación a las protestas del 2018, fuertemente reprimidas por las fuerzas gubernamentales y el apoyo de paramilitares del FSLN, liderado por Daniel Ortega, la dictadura afirma que se trató de un intento de golpe de Estado y que la OEA tuvo una «actuación parcializada» en el caso.
«La OEA ha tenido de manera reiterada una actuación injerencista en contra de Nicaragua, transgrediendo los principios de no intervención en los asuntos internos, el respeto a la soberanía de los Estados y el derecho de los pueblos a elegir libremente su destino, principios reconocidos por el Derecho Internacional y contenidos en su Carta constitutiva. Esa acción intervencionista quedó demostrada con su involucramiento y actuación parcializada en el fallido golpe de Estado del 2018 en Nicaragua», manifiesta.
«Con esta comunicación del Gobierno de Nicaragua, del Frente Sandinista de Liberación Nacional, el compañero Presidente Comandante Daniel Ortega Saavedra, la compañera Vicepresidenta Rosario Murillo, cerramos ese capítulo nocivo de la Organización de los Estados Americanos contribuyendo nuestro país a la desaparición progresiva del hegemonismo unipolar de Occidente», dice al final del mensaje.
Salida de Nicaragua no deja sin efectos demás obligaciones legales
El pasado 8 de noviembre el Consejo Permanente de la OEA advirtió a Daniel Ortega que la «salida de Nicaragua no deja sin efectos las demás obligaciones legales».
«Es importante que se envíe un mensaje claro al pueblo de Nicaragua: que no le vamos a abandonar», afirmó el presidente del Consejo Permanente, Ronald Sanders.
Recientemente en una entrevista con la Voz de América (VOA), el estadounidense Eric Jacobstein, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, aseguró que su país junto a una coalición de países miembros de la OEA, continúa evaluando cómo pueden «trabajar para presionar» al régimen nicaragüense «a que cese la represión y restituya la democracia».
«La decisión de Nicaragua es una movida fragante para socavar los esfuerzos de la OEA de demandar la rendición de cuentas por parte del régimen por sus continuos abusos a los derechos humanos», aseguró el funcionario.
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