Familiares del nicaragüense Abel Arauz Moreno, de 39 años, cuyo cuerpo fue repatriado de México a Nicaragua el pasado lunes 11 de marzo, denunciaron que le fue arrebatada su dentadura de oro.
La denuncia se dio a conocer a través de una publicación en Facebook de la organización humanitaria Texas Nicaraguan Community (TNC), quien colaboró con los familiares de Abel Arauz para repatriar el cuerpo.
La familia indicó que Abel tenía sus dientes enchapados en oro, una afirmación confirmada por Texas Nicaraguan Community, que alega que al momento en que fue rescatado el cuerpo “su dentadura estaba intacta”.
“Cuando se dio el reconocimiento ante el ministerio público de Coahuila (México) su hermano vio las fotografías donde su dentadura estaba completa, Texas Nicaraguan Community estuvo en la coordinación de la videoconferencia con la familia para el reconocimiento del cuerpo”, señala la organización humanitaria.
“Ni aún después de muerto hubo ningún respeto”
Sin embargo, cuando el cuerpo llegó a Nicaragua la familia se sorprendió al ver que no tenía la pieza de oro en su dentadura y para colmo, algunos de sus dientes fueron quebrados.
“Ni aún después de muerto hubo ningún respeto”, reaccionó el padre del jinotegano, quien señaló que se trata de un robo.
“Es el cuerpo de mi hijo, de eso estoy seguro él tenía una cortada en su dedo gordo de su mano izquierda y su uña le crecía partida en dos, y el cuerpo que recibí lo tiene así”, afirmó el desconsolado padre.
Tanto la familia de Abel Arauz como Texas Nicaraguan Community, señalan que la morgue de Piedras Negras del estado de Coahuila, México, y la Funeraria que llevó el cuerpo a Nicaragua, tienen que responder qué fue lo que pasó.
Denunciaron ante la Fiscalía mexicana
“Cómo Texas Nicaraguan Community, el día de ayer, se puso una denuncia formal ante la Fiscalía del Estado de Coahuila y abrieron una carpeta de investigación para esclarecer los hechos”, indicó la organización humanitaria.
Señala que no es la primera vez en la que ocurren estos casos en los que los cuerpos repatriados son despojados de sus pertenencias de valor.
“Desde que asistimos en repatriaciones ya nos habían reportado casos de robos de joyas u objetos personales que las personas portaban al momento de ahogarse, y las pertenencias no aparecían, pero mutilar un cuerpo por robar una parte de valor no lo habíamos visto y es sumamente lamentable”, cuestionó TNC.
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Agregan que es una “falta de respeto e insensibilidad a los restos de un cuerpo inerte que no puede defenderse” y esperan que las investigaciones permitan llegar hasta los culpables.
Abel Arauz Moreno era originario de la comarca Las Cañas, en el municipio de Wiwilí, departamento de Jinotega, y había partido rumbo a Estados Unidos en búsqueda de mejor vida para él y su familia, pero falleció en su intento.
Su cuerpo fue encontrado flotando en las aguas del río Bravo, frontera entre Estados Unidos y México, la tarde del sábado 17 de febrero.