El académico Carlos Tünnermann Bernheim falleció este miércoles a la edad de 90 años, en su casa, en el reparto El Carmen, contiguo a la casa de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Tünnermann tuvo una actividad destacada en la vida del país desde que en 1951 decidió estudiar derecho en la Universidad de León, hoy conocida como Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León).
Luego fue elector primer secretario del Consejo Superior Universitario (CSUCA) y después, en 1964, fue nombrado rector de la UNAN, iniciando así una intensa participación en la vida política del país.
Tünnermann se sentía de haberse opuesto y haber luchado contra la dinastía de los Somoza. En 1977, incluso, formó parte del Grupo de los Doce, un grupo de intelectuales y empresarios que apoyaron la lucha armada del Frente Sandinista (FSLN) y pretendían ser la representación político de ese grupo guerrillero.
Funcionario sandinista
Tras el triunfo de la revolución sandinista, en julio de 1979, Tünnermann fue nombrado ministro de Educación de ese primer régimen sandinista, motivo por el cual recibió críticas posteriormente, pues la educación en esos años estuvo sumamente politizada por los sandinistas.
Tünnermann tuvo buenas relaciones al principio con Daniel Ortega, de quien en los últimos años dijo que nunca había recibido un agravio.
En 1984, fue nombrado embajador ante el gobierno de Ronald Reagan, en Washington.
Salida del FSLN
Sin embargo, Tünnermann abandonó al FSLN después de la derrota electoral de 1990, pues consideraba que ese partido debía transformarse hacia la línea socialdemócrata, alegando, entre otras cosas, que no estaba de acuerdo tampoco con las leyes de la «piñata» que los sandinistas aprobaron para quedarse con bienes confiscados al inicio de la revolución a los Somoza y sus allegados.
Desde entonces, aunque eran vecinos y no había confrontaciones personales con Daniel Ortega, Tünnermann se distación completamente del caudillo sandinista y solo se saludaron en contadas ocasiones, en algún momento que Ortega lo felicitó por su cumpleaños o se encontraron en la vía pública, pues sus residencias quedan a pocos metros de distancia.
En este momento de su muerte, el dictador Daniel Ortega ordenó que la noticia fuera difundida en sus medios afines, como El 19 Digital, en el que publicó que la dictadura reconocía el aporte de Tünnermann como educador y su contribución a la Cruzada Nacional de Alfabetización en los años ochenta, durante el primer régimen sandinista.
Tras salir del FSLN, Tünnermann empezó una lucha por la democracia en Nicaragua y se integró al trabajo que se realizaba desde la sociedad civil. Fundó Ética y Transparencia, un organismo que velaba por la realización de elecciones justas y transparentes.
Además, fue fundador también de Casa Alianza, el Movimiento por Nicaragua, el Centro Nicaragüense de Escritores y la Unión Ciudadana por la Democracia.
Le gustaba mucho el concepto de ciudadanía, tanto que a sus memorias las tituló «Memorias de un Ciudadano.
2018
En los últimos años, tras la crisis que estalló en 2018, Tünnermann estuvo muy activo asesorando a las nuevas generaciones y sirviendo como garante de la unión de los opositores. También participó en la mesa de diálogo de mayo de 2018.
Vivía recluido en su casa en El Carmen, adonde los Ortega Murillo lo tenían recluido de manera tácita, porque nunca lo señalaron de nada, pero era vigilado por los policías que tienen invadido ese reparto.