Aunque los funcionarios sandinistas aseguran que las sanciones que Estados Unidos y Europa les han impuesto por corrupción y violación de derechos humanos, son «condecoraciones», todo indica que la realidad es muy diferente. Este lunes 22 de abril en Moscú el hijo de la pareja presidencial de Nicaragua, Laureano Ortega, se reunió con el canciller ruso Serguey Lavrov para firmar una declaración «sobre los medios y las modalidades para contrarrestar, mitigar y compensar las consecuencias negativas» de dichas sanciones.
Entre los puntos de la declaración llama la atención uno referente a las «compensaciones».
«En caso de pérdida económica o financiera sufrida como resultado de la adopción de medidas coercitivas unilaterales, el Estado que haya infligido dicha pérdida a un Estado afectado, a personas naturales o jurídicas mediante sus acciones o la aplicación extraterritorial de sus leyes nacionales, será principalmente responsable de indemnizaciones y daños«, señala.
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En la declaración, no se explica cómo harían para que Estados Unidos o los países europeos les indemnicen por las supuestas afectaciones económicas ni el árbitro al que recurrirían para hacer efectivo el reclamo.
Tanto para Rusia como para Nicaragua, las sanciones, o medidas coercitivas, como prefieren llamarlas, son un recurso «ilícito, contrario a la Carta de las Naciones Unidas y al derecho internacional y entrañará responsabilidad internacional».
«Se insta encarecidamente a los Estados a que se abstengan de adoptar, promulgar y aplicar medidas coercitivas unilaterales que impidan el pleno logro del desarrollo económico y social, particularmente en los países en desarrollo», advierten.
Hay que destacar que las sanciones impuestas por Estados Unidos han implicado impedimentos de manejos financieros a los castigados, sean naturales o jurídicos, sin embargo, en la declaración los regímenes de Daniel Ortega y Vladimir Putin parecen dispuestos a esquivarlas.
«Las propiedades y activos estatales y privados, incluidas cuentas bancarias, bonos, bienes inmuebles, así como locales e instalaciones consulares y diplomáticos, estarán inmunes y no estarán sujetos a congelamiento, decomiso o cualquier otra forma de confiscación o restricción que surja de la implementación de medidas coercitivas unilaterales por parte de cualquier autoridad. Las inmunidades jurisdiccionales de los Estados y la inmunidad de sus bienes serán en todo momento observadas y protegidas contra la aplicación de medidas coercitivas unilaterales», subrayan.
Adoptarán leyes contra las sanciones
Otra forma en que piensan esquivar las sanciones es a través de la moneda, ya que estipula que los «estados deberían elaborar una hoja de ruta para reducir la dependencia del comercio internacional de las monedas nacionales que tienden a utilizarse para aplicar medidas coercitivas unilaterales o para sostener la hegemonía monetaria de un Estado concreto sobre la economía mundial».
También ratifican la intención de proteger a los sancionados y así evitar encarcelamientos y extradiciones.
«Nadie será privado de la libertad o de la libertad de circulación ni estará sujeto a ninguna otra forma de restricción basada en actos, leyes o políticas coercitivas unilaterales. Las autoridades ejecutivas y judiciales llevarán a cabo una revisión rigurosa de todos los documentos y pruebas que les presenten a fin de evitar dar efecto injustificado a medidas coercitivas unilaterales», indican.
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«La evasión o elusión de medidas coercitivas unilaterales por parte de particulares no se considerará motivo de extradición», indica.
Los regímenes de Nicaragua y Rusia llevarán la declaración a nivel de ley, ya que «se alienta a Estados a adoptar leyes y reglamentos para hacer cumplir las medidas estipuladas en estas directrices».