Las palabras del exjefe del ejército, Humberto Ortega, en una entrevista a Infobae, fueron vistas como «un peligro» por Rosario Murillo y su hijo Laureano Ortega Murillo y tuvieron que «reaccionar fuertemente» al rodearlo con la Policía, despojarlo de sus celulares y computadoras y citarle ante el comisionado Horacio Rocha, explica el analista Francisco Aguirre Sacasa.
Para Aguirre Sacasa, dos cosas que dijo el general en retiro pudieron molestar más, uno, que el fundador del ejército le mandó un mensaje a ese cuerpo castrense al decirles que eran los que pueden resolver la crisis del país y, dos, que ni Laureano ni Rosario pueden ser los sucesores de Daniel Ortega.
«El fundador del ejército le dice: ustedes son los que pueden resolver el problema nuestro, el que los civiles no hemos podido resolver. Rosario, que es la jala los hilos en este gobierno, es una sugerencia que le molestó a ella», indica Aguirre Sacasa.
El también excarcelado político manifiesta que el que Humberto Ortega haya dicho que ni Rosario ni Laureano pueden heredar la presidencia, «demuestra una inconformidad muy grande en Nicaragua que hasta el hermano (del dictador) se vio obligado a criticar la situación».
Otro aspecto que pudo molestar a Murillo, según el analista, es que Humberto Ortega expresa en la entrevista que Estados Unidos «es muy importante para Nicaragua» y por eso le sugiere a su hermano Daniel que no debe continuar las asperezas con el país norteamericano.
Policía despojó de celulares y computadoras a Humberto Ortega y lo citó a Plaza El Sol
Una política primitiva
El allanamiento policial a la vivienda de Humberto Ortega es también, para Aguirre Sacasa, «una advertencia a la sociedad» nicaragüense.
«El mensaje de ellos es decir que están jugando bola recia, que aquí no hay democracia, que es una dictadura de la variedad más seria que uno puede imaginarse, los Somoza se quedan chiquitos», dice Aguirre Sacasa.
Agrega que el exjefe del ejército, «sin querer queriendo, en un análisis frío desató una preocupación, principalmente en Rosario, que tuvo que reaccionar rápido y severamente para decir que aquí nadie se salva», indica el analista.
Para Aguirre Sacasa, la política de los Ortega Murillo es «primitiva», similar a la que existía en la Edad Media, cuando los reyes miraban a sus hermanos como «sus principales enemigos».
«Es una situación muy primitiva. (Los Ortega Murillo) no toleran ningún pensamiento independiente, aún en Rusia y China no son tan primitivos», afirmó Aguirre Sacasa.
¿Arreglo con Estados Unidos?
Siguiendo la línea de lo que dice Aguirre Sacasa sobre la importancia de Estados Unidos para Nicaragua, el exguerrillero sandinista Moisés Hassan considera que la Policía se llevó las computadoras y los celulares de Humberto Ortega porque la dictadura cree que este último probablemente «haya hecho un arreglo con los norteamericanos».
Según Hassan, con la información que encuentren en esos dispositivos los dictadores quieren verificar ese supuesto arreglo, pues la entrevista que Humberto Ortega brindó a Infobae despierta esa «sospecha».
En la entrevista, Humberto Ortega habló de que las amistades de Daniel Ortega con los rusos y los chinos “no debe conllevar a chocar con los Estados Unidos” y que no se debe caer en la “trampa de los extremistas” que alientan “una reacción imperial en el tenso conflicto mundial, que podría ser pretexto para golpes quirúrgicos, para suplantar gobiernos del Alba, Nicaragua en particular”.
Rosario Murillo se vio amenazada
Para la excarcelada política Dora María Téllez, Rosario Murillo vio como «amenazas» las palabras de Humberto Ortega, porque dice claramente que Murillo no está capacitada para suceder a Daniel Ortega.
Como reacción, Murillo está golpeando a Humberto Ortega para que se de cuenta que ser hermano del dictador no significa que pueda decir lo que quiera en Nicaragua, indica Téllez.
Según Téllez, la agresión al exjefe del ejército indica que «nadie está a salvo» en Nicaragua, ni siquiera los que no se meten en política.