Una vez que terminaba su jornada en la redacción del medio digital 100%Noticias, la periodista nicaragüense Fabiola Tercero se iba a un sofá a leer algún libro, dice Lucía Pineda Ubau, directora de este medio y hoy exiliada en Costa Rica, cuando le pregunté sobre la comunicadora considerada como «desaparecida» en Nicaragua.
El paradero de Tercero, quien es graduada de Filología, se une a la lista de periodistas hostigados durante el gobierno de Daniel Ortega, específicamente a partir de la crisis sociopolítica que vive la nación. La misma suerte han corrido activistas y escritores.
«Era una persona disciplinada, le gustaba leer, cuando terminaba sus jornadas estaba en un sofá con un libro leyendo, de ahí viene su amor por la lectura, de compartir libros. Así la recuerdo», dijo a la Voz de América Pineda Ubau, quien fue jefa de Tercero de 2014 a 2016.
La última vez que se supo de esta comunicadora fue el 12 de julio de 2024. Tercero se había alejado del periodismo y se dedicaba a promover la literatura y a regalar libros en Nicaragua, de hecho fundó una iniciativa a la que llamó «El Rincón de Fabi», que consistía en realizar intercambios literarios.
Además ha sido simpatizante de los movimientos feministas en Nicaragua.
«Ella [Fabiola] es el perfil que generalmente el régimen somete a persecución», afirmó Pineda Ubau. «Todo el que está en Nicaragua y bajo las características que tenía: periodista, feminista, que regalara libros que generaran pensamientos en la población, eso está prohibido».
Jackson Orozco, otro periodista nicaragüense que trabajó junto a Tercero por un buen tiempo, menciona que «la empatía» que caracterizaba a la periodista la llevó a abrirse a nuevos espacios para promover la literatura.
«Lo más especial que hay en ella es que era una colega que era muy abierta a entablar relaciones con todos fácilmente», dijo.
«Por eso luego se dedicó luego a regalar libros, me parece una bonita iniciativa. Era interesante porque promovía la lectura y el interés de las personas para escudriñar libros y alimentarse de diversos temas, pero era riesgoso», agregó.
El gobierno nicaragüense no se ha pronunciado sobre las denuncias de desaparición de Tercero, pese a que crecen las demandas dentro y fuera de Nicaragua para reclamar información sobre su paradero. Tampoco el gobierno ha informado que esté en curso algún tipo de acusación penal contra la periodista.
La Oficina para América Latina de Reporteros Sin Fronteras, una organización internacional sin ánimo de lucro europea, señaló que lo único que se sabe de Tercero es que fue desaparecida » justo después de denunciar un allanamiento a su domicilio».
«Hay razones legítimas para sospechar que funcionarios del gobierno pueden estar implicados, y es responsabilidad de las autoridades nicaragüenses presentar inmediatamente cualquier información sobre su paradero», dijo en un comunicado, Artur Romeu, director de la Oficina para América Latina de Reporteros Sin Fronteras.
Temen que sea un nuevo patrón
Julio López, representante de la organización de Periodista y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), el caso de la periodista Tercero es una nueva escalada represiva del gobierno del presidente Daniel Ortega contra la prensa independiente.
«Esto se puede considerar un nuevo patrón, no exclusivamente de periodistas, pero sí un nuevo patrón de represión porque sabemos que hay otros casos en la misma situación que Fabiola. Estos casos estuvieron precedidos de vigilancia y allanamientos a sus casas», subrayó López.
En Nicaragua hay más de 270 periodistas exiliados en Costa Rica y Estados Unidos tras la crisis política que inició en el año 2018 y el país centroamericano se ha posicionado en el último lugar en el Índice Global de Libertad de Expresión y Prensa, conocido como Índice Chapultepec, elaborado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en base a distintos parámetros para determinar si las instituciones de una nación favorecen y defienden los derechos a la libertad de expresión y la libertad de prensa.
Este 2024, Nicaragua fue calificada con un 6.51, la nota más baja en una escala de 100, apenas por debajo de la nota de Venezuela (6.52) y muy por debajo de los 78.65 de Chile, el país mejor evaluado en el índice. En el examen del año pasado, Nicaragua obtuvo un 8.50, por lo que la nueva nota refleja un deterioro continuo de las libertades en el país.
«El Estado tiene la obligación de informar sobre su situación en particular, pero se ha negado a proporcionar cualquier información de ella. Las personas excarceladas recientemente y enviadas a Guatemala, han manifestado que nunca la vieron en las distintas cárceles. Incluso, varias organizaciones y periodistas la buscaron en Guatemala para ver si estaba en la lista de personas liberadas», lamentó López.
El gobierno nicaragüense excarceló a 135 prisioneros políticos y los envió a Guatemala. Tercero no fue incluida en la lista.
Voz de América
