El dictador Daniel Ortega envió el 25 de noviembre una iniciativa de ley a la Asamblea Nacional para condicionar ayuda internacional y que ahora sea sin “condiciones políticas, económicas, sociales o culturales”, para supuestamente que se respete la soberanía de Nicaragua y que no se entrometa en los “asuntos internos”.
Con la nueva iniciativa, el régimen será el encargado de autorizar cualquier proyecto o programa de cooperación y será vigilado desde el inicio y durante su implementación.
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“La cooperación se realizará sin condicionamientos políticos, económicos, sociales o culturales, con estricto respeto a la soberanía nacional, independencia y autodeterminación, sin injerencia en los asuntos internos y de acuerdo con la legislación nacional y los principios del derecho internacional”, dice el artículo 2 de la iniciativa a la Ley que regula la cooperación brindada por los organismos, agencias de cooperación y misiones diplomáticas acreditadas en Nicaragua.
“Toda cooperación a desarrollarse por organismo, agencias de cooperación y misiones diplomáticas, deberá contar con la anuencia y autorización del gobierno, tanto inicialmente, como en su implementación”, dice el artículo 7 de la iniciativa.
Las otras modificaciones
Exigen que previo a la acreditación de funcionarios y miembros de las agencias de cooperación se debe presentar por escrito el nombre de la persona propuesta ante la Cancillería para que cuente con la anuencia de esta.
En el punto número cuatro del artículo 7 expresan que “los programas y proyectos deben implementarse con arreglo a lo acordado, bajo la coordinación de la institución estatal competente, garantizando la transparencia de cada una de sus cooperaciones”.
La Cancillería solicitará informes periódicos de la ejecución de los programas y proyectos de cooperación internacional. Además, será la encargada de dar recomendaciones para que se ejecuten los programas.
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La Cancillería solicitará información a los organismos de cooperación que se quieran acreditar en Nicaragua, como el nombre del organismo o la agencia, instrumento creador, nombre del representante en Nicaragua, carta de interés que especifique la naturaleza de la cooperación a brindar.
La iniciativa de ley fue presentada en un contexto donde el dictadora ha enviado otras iniciativas para reformar la Constitución de Nicaragua, que le garantizará seis años de poder y crearon la figura de “copresidentes”. Además, sucedió cuando aumentó a un año más los cargos de las jefaturas de la Policía y Ejército.