El dictador Daniel Ortega envió en paralelo dos iniciativas el pasado 20 de noviembre a la Asamblea Nacional para aumentar a seis años los cargos en la dirección de la Policía Nacional y el Ejército de Nicaragua. 

El dictador envió a que se reforme el artículo 47 de la Ley de Organización, Funciones, Carrera y Régimen Especial de Seguridad Social de la Policía Nacional (872), donde se establece que los cargos como director general de la Policía pasarán a un periodo de seis años.

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En el caso de la reforma a la Policía, se establece que el jefe puede elegirse entre aquellos que tengan el rango de comisionado o comisionado general. Actualmente el jefe debería escogerse entre los comisionados generales.

“El Presidente de la República en su carácter de jefe supremo de la Policía Nacional, nombrará director o directora general de la Policía Nacional por un periodo de seis años, entre los miembros de la jefatura nacional, que tengan el grado de comisionado o comisionada general”, dice el artículo 47.

El nombramiento se efectuará el 7 de enero del año en que corresponda y tomará posesión el 7 de marzo del mismo año.

La iniciativa para cargo en el Ejército

La otra iniciativa es al Código de Organización, Jurisdicción y Previsión Social Militar (Ley 181), para reformar el artículo 8 para extender a seis años el cargo de comandante en jefe del Ejército.

“El comandante en jefe del Ejército será nombrado por el Presidente de la República a propuesta del Consejo Militar por un periodo de seis años. El nombramiento se efectuará el 21 de diciembre y tomará posesión el 21 de febrero del siguiente año a su nombramiento”, reza la iniciativa de reforma al artículo 8.

Ortega exige que la propuesta del Consejo Militar deberá enviarse por lo menos un mes antes de la fecha de su nombramiento. “El comandante en jefe del Ejército saliente, continuará en el ejercicio del mismo hasta que su sucesor tome posesión del cargo”, se lee en otra parte del texto.

Las iniciativas se presentaron días después que Ortega envió a la Asamblea una reforma total a la Constitución de Nicaragua, en la que creó la figura de “copresidentes” para darle poder de la Presidencia a su esposa Rosario Murillo y en la que al mismo tiempo aumentó el periodo presidencial a seis años.

Ejército y Policía obedientes al dictador

El Ejército y la Policía son dos instituciones obedientes al dictador Ortega y han sido señaladas de participar en las manifestaciones de 2018. 

En el paquete de reformas constitucionales, Ortega el artículo 92 declara al Ejército como una institución subordinada a él y que es obediente y no deliberante.

En el artículo 97 ter van a crear la “policía voluntaria” como cuerpo auxiliar y de apoyo a la Policía Nacional, que estará integrada por ciudadanos nicaragüenses que presten sus servicios de “forma voluntaria”. 

La Policía está sancionada por Estados Unidos, pero el Ejército no está sancionado a pesar de las amenazas públicas contra opositores nicaragüenses de no permitir un levantamiento cívico en el país.