Un informe que corresponde al primer trimestre de este año y que fue publicado en La Prensa, documenta 53 casos de violaciones a la libertad de expresión en Nicaragua. De igual forma, se registra un aumento en los casos de agresión a periodistas independientes con nuevos patrones de intimidación.
De acuerdo al informe, la nueva forma de intimidar a los comunicadores van desde la confiscación de apuntes, la exigencia de borrar material grabado a través de celulares, la toma de fotografías a libretas de apuntes y cédulas de identidad de periodistas.
Además documenta la exigencia de que los periodistas se quiten la mascarilla para tomarle fotos al rostro, así como la persecución de ellos en espacios públicos como mercados y centros comerciales.
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«Del total de casos que se pudieron evidenciar, recayeron entre 34 víctimas, 17 son del género masculino, 9 del género femenino, 6 medios de comunicación y 2 organizaciones gremiales de periodistas», se lee en el informe.
El documento señala que en el trimestre evaluado «logramos comprobar que en el 74% (39) de los casos documentados las instituciones estatales y sus funcionarios encabezan como los principales precursores o perpetradores de violaciones a la libertad de prensa«.
Señalan que un 21% equivalente a 11 casos, los agresores no fueron identificados; en cambio en un 4%, es decir 2 casos, los agresores fueron identificados como sujetos «paraestatales», 1 caso (1%) fue cometido por agente no estatal.
Cabe señalar que la Policía Nacional implementó desde hace varios meses atrás nuevos patrones para tratar de intimidar a los periodistas que dan cobertura a los eventos políticos de la oposición. De hecho, los oficiales obligan a los comunicadores a bajarse del vehículo y hacen requisas arbitrarias hasta de los equipos.
Requisas arbitrarias son violatorias
El actuar policial viene a violentar lo que establece el Código Procesal Penal de Nicaragua (Ley 406), que señala que la requisa policial es legal si la persona forma parte de la investigación de un crimen o si porta objetos relacionados con el delito.
«La Policía Nacional podrá realizar la requisa personal, cuidando el pudor, siempre que haya motivos suficientes para presumir que alguien en forma ilegal porta arma u oculta entre sus ropas pertenencias u objetos relacionados con el delito o los lleva adheridos a su cuerpo», dice el artículo 236 de dicha normativa.
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Otros casos de intimidación a periodistas
Po otro lado, el informe resalta casos de estigmatización y agresiones verbales contra periodistas han tomado otros niveles de hostilidad, precisamente cuando son «increpados por acérrimos militantes del partido de gobierno, en las que se les reclama por el alto costo del combustible en el país, energía y los productos de la canasta de bienes y servicios».
Asimismo, señalan que los periodistas que dan cobertura a la Asamblea Nacional han denunciado que las autoridades han endurecido la política de censura contra los medios independientes. «Desde trabas para que no sean acreditados, hasta bloqueos para cubrir las comisiones».
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