Inspectores del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), decomisaron este sábado cuatro tortugas en la bahía de Bluefields, las cuales iban a ser comercializadas en la ciudad por los pescadores.
El Director de Medio Ambiente de la Alcaldía de Bluefields en conjunto con el Marena, regresarán las tortugas a su hábitat, ya que esta especie se encuentra en peligro de extinción y su pesca está prohibida por las autoridades nicaragüenses.
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No es la primera vez que las autoridades decomisan esta especie marina, que tradicionalmente han servido como fuente de alimento para las comunidades locales.
En el Caribe de Nicaragua, también se conoce denuncias de la caza de forma furtiva para vender de manera ilegal sus caparazones como piezas decorativas.
Una riqueza natural que proteger
Las tortugas marinas atraen a los turistas que buscan conocer la naturaleza en su estado salvaje. También hay miles de personas que visitan las playas de anidación para observar el desove de las tortugas marinas o el momento en que estas salen de sus huevos.
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Por tanto, las tortugas marinas son una fuente de riqueza natural para estos lugares caribeños, que deberían luchar por su conservación y protección.
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