Luego que el Gobierno de Nicaragua iniciara la inoculación contra la COVID-19 para personas mayores de 30 años con la vacuna AstraZeneca, fue evidente la cantidad de personas que reaccionaron con los «típicos efectos secundarios» de este biológico.
Algunos de estos efectos posvacunación suelen ser fiebre, cansancio, dolores de cabeza recurrentes, dolores musculares, escalofríos, e incluso diarrea. En el caso de quienes recientemente acudieron a recibir la segunda dosis de este fármaco, las reacciones fueron similares y en otros casos no hubo ningún síntoma relacionado.
Dalia Ramos de 31 años de edad, oriunda del departamento de León, acudió el pasado lunes 01 de noviembre al centro de vacunación más cercano en busca de recibir la segunda dosis de AstraZeneca, luego que en septiembre pasado recibiera la primera dosis.
Los síntomas que presentó fueron fiebre, dolor de cabeza y escalofríos, los cuales le duraron menos de 12 horas. En el caso de la primera dosis, los efectos fueron con más intensidad y más duraderos que en esta ocasión.
La falsa solidaridad de Cuba y Rusia hacia Nicaragua con las vacunas anti COVID-19
Por su parte, Ninoska Rodríguez de 31 años de edad, originaria del municipio de Ticuantepe, acudió el pasado 31 de octubre a recibir la segunda dosis de AstraZeneca, la cual le desarrolló fuerte dolor de cabeza sin presentar fiebre o escalofríos.
Alejandro García de 44 años de edad, también de Ticuantepe, acudió el pasado lunes a recibir la segunda dosis de AstraZeneca pero la presencia de síntomas fue nulo.
El doctor nicaragüense José Antonio Delgado, dijo a Nicaragua Investiga que para la segunda dosis de AstraZeneca «no necesariamente las personas van a presentar los mismo síntomas», y agregó que el hecho de presentar o no estos efectos posvacuna no refieren la eficacia de la misma.
«Simplemente significa que un cuerpo reacciona al componente de la vacuna, y otro no tuvo ninguna reacción posvacuna», detalló el médico.
No se registró efectos secundarios de la vacuna cubana
En el caso de la vacuna cubana, la cual empezó a ser aplicada desde el pasado 25 de octubre para niños y niñas de 2 a 17 años y ha sido cuestionada por la falta de estudios e informes de salud internacional sobre su eficacia, hemos constatado que aún no existe información oficial sobre los efectos adversos que podría desencadenar este biológico.
Nicaragua Investiga consultó a un grupo de madres de familias sobre la vacunación a sus hijas entre las edades de 15, 12, 5 y 2 años, quienes destacaron que fueron inoculadas con la vacuna Abdala. Al inicio, medios oficialistas informaron que las vacunas soberanas serían administradas en grupos de 2 a 11 años, y la Abdala de 12 a 17 años.
«Desde los 2 años hasta los 17 años es la Abdala», dijo la progenitora de una de las niñas, y al ser consultada sobre la vacuna Soberana, agregó que «tal vez no había por eso no me le pusieron esa».
COVID-19: ¿Es posible combinar vacunas para aumentar inmunidad?
De un total de tres niñas y tres niños que visitamos para conocer los posibles efectos secundarios del fármaco cubano, ninguno presentó síntomas adversos a la vacuna Abdala, la cual aún no está autorizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para uso de emergencia.
En twitter algunos usuarios revelaron que tras inocular a sus hijos con el biológico cubano los efectos secundarios fueron dolor y entumecimiento en el brazo inyectado, y sueño.
Recientemente, la Cancillería de Cuba anunció que los resultados finales del Ensayo Fase III de la vacuna Soberana 2 ha mostrado una eficacia del 92,4% contra la COVID-19. Para alcanzar alto nivel de inmunidad se deberá aplicar las dos primeras dosis Soberana 2 (71%) y posterior la tercera con la Soberana Plus (92,4%).
Hasta el 30 de octubre de 2021, Cuba ha inoculado con este biológico a casi 10 millones de personas con al menos primera dosis, y 7.2 millones completamente vacunadas.
Nicaragua Investiga
You must be logged in to post a comment Login