Don Julio César García, un ancianito de 64 años, es físico-matemático y ofrece clases por hora a domicilio en distintas zonas de Managua. Desde hace 16 años se ha dedicado a esa modalidad, pues debido a su grave sordera los distintos centros de estudio y empresas donde laboraba prescindieron de sus servicios.
Hoy es uno de los centenares de abuelitos que viven en la soledad. Su avanzada edad, sus problemas auditivos y afecciones de salud ligadas a complicaciones prostáticas no le permiten realizar sus movilizaciones con regularidad. No puede recibir a los estudiantes en su casa porque no tiene las condiciones para ello.
Actualmente alquila un pequeño cuarto. Mes a mes debe ingeniárselas para pagar el alquiler, cubrir sus gastos alimenticios y tratar de comprar sus medicamentos. Nos cuenta que en tiempos de vacaciones o cuando no le salen horas de clase se ve en graves dificultades para sobrevivir.
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El abuelito ofrece sus servicios como docente a través de las redes sociales, en las publicaciones agrega que cobra incluso C$15 por hora. Además de físico-matemático es contador público de profesión.
La iniciativa de un grupo de jóvenes para ayudar a don Julio
Fue una de sus tantas publicaciones la que llegó a la joven Tainá Mejía, quien junto a tres amigas más vieron la situación de don Julio y decidieron liderar una campaña para recaudar fondos a través de la plataforma GoFundMe.
“Vi la publicación en Facebook, ofertaba sus servicios a muy bajo costo y luego una persona pidió que si contrataban sus servicios que pagaran un precio justo. Empecé a ver las fotos y me di cuenta que era una persona con gran necesidad económica y se me ocurrió organizar algo para recolectar un poco de ayuda”, comenta Tainá.
Las cuatro jóvenes se han puesto en contacto con don Julio y en espera de donantes esperan poder ayudarle en la compra de sus audífonos, anteojos, apoyarlo con las medicinas y un poco con su alimentación.
Lo que más le urge al profesor
“Mi primera prioridad son los audífonos porque soy sordo. Padezco de la próstata y necesito cubrir medicamentos. En tercer lugar mis anteojos que ya están vencidos. Si me consiguen unos audífonos aunque sea usaditos, con tal que me sirvan. Yo estoy en el rango del 87 al 90% de afectividad. Cuando voy a reunir esa cantidad de dinero para los audífonos, más de 600 dólares”, nos explica don Julio César.
El profesor tiene que movilizarse en bus hasta zonas fuera de Managua para impartir clases, pues en el centro de la capital hay mucha competencia. Dice que no tiene una pensión porque no pudo completar las semanas de cotizaciones y por ello se ha dedicado a las clases particulares.
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En tono de voz triste nos comenta que él no quiere ser un indigente y que antes de que eso suceda prefiere irse de este mundo, por eso lucha cada día para ganarse el sustento, pero distintas situaciones como la falta de horas de clase o sus enfermedades le obligan a pasar serias dificultades económicas.
Pese a su situación dice que no está solo, pues cuenta con la ayuda de Dios, “de él me agarro, yo le pido todas las noches que me de trabajo y salud”.
¿Cómo ayudar?
Tainá explica que de las 4 amigas que se unieron en la causa del profesor, dos de ellas están en Nicaragua y son las que se encargaran de coordinar la entrega de los fondos, así como darle seguimiento y llevarlo con doctores para que le brinden la atención médica necesaria.
Si usted desea colaborar con este profesor de la tercera edad, puede hacerlo a través del sitio web de GoFundMe: https://bit.ly/3A6LfDT donde hay un perfil de él, o directamente contactarse con a su celular: +505 87640218.
Nicaragua Investiga
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